El At. Baleares volvió a la competición con dos empates ante el Sanse a domicilio y frente al Navalcarnero en el Estadi. Dos partidos que terminan en tablas y mantienen la tendencia irregular del equipo durante toda la temporada. Tras la jornada quince, los blanquiazules están quintos con los mismos partidos ganados, empatados y perdidos; cinco. A cinco puntos de los puestos de play-off a Segunda División y que garantizan plaza en la nueva 1ª RFEF con solo nueve puntos por disputar.

Una temporada de cinco, guarismo que se asocia a una calificación de suficiente en las notas de fin de curso habitualmente. El problema es que en esta temporada tan especial que servirá para configurar la nueva categoría intermedia, es muy probable que el cinco sea un insuficiente, un suspenso. Salvo milagro, el At. Baleares va a tener que luchar en la segunda fase con otros cinco equipos por dos plazas en 1ª RFEF. Los otros cuatro irían a 2ª RFEF, la nueva cuarta categoría del fútbol español.

El equipo necesita sumar de tres en tres en estas últimas jornadas, no solo por agotar sus pocas opciones de colocarse en las tres primeras plazas, sino porque los puntos logrados en esta primera fase se arrastran a la segunda y cada punto puede ser decisivo. Las notas se pondrán a final de curso, pero a punto de cerrar el primer semestre, hasta ahora, la media no da para superar la nota de corte. Quedan tres exámenes finales para cambiarlo.