El domingo, los balearicos tuvimos dos buenas noticias: la balsámica victoria del primer equipo masculino frente al Getafe B y la tan esperada vuelta al Estadi de público, que, aunque pudieron ser solo cuatrocientos, sin duda empujaron y ayudaron al equipo a conseguir los tres puntos.
La imagen del Atlético Baleares fue buena, pudiendo haber logrado un resultado más amplio por las ocasiones generadas, pero debemos tener en cuenta que el rival era el colista, un claro candidato al descenso a Tercera División, y que no nos sirve como vara de medir para evaluar las posibles mejoras aportadas por el nuevo primer entrenador de cara a las seis finales que tiene por delante el equipo, ante rivales de mucha más entidad.
Ahora, la plantilla cuenta con una semana de descanso que puede servir a Xavi Calm para seguir trabajando en los nuevos mimbres de los que quiere dotar al equipo, además de para recuperar algunos lesionados como Cordero y Coro que, sin duda, serán vitales para lo que viene. Pese a la irregular actuación del equipo en la primera fase, llega con el objetivo mínimo de la temporada muy vivo al último tramo, pues están a solo tres puntos de los puestos que dan acceso a la Primera RFEF con dieciocho por jugar. Ahora, borrón y fase nueva.