El cuadro balear se impone al Peñíscola en Son Moix (3-1) y vuelve a saborear el triunfo en liga. Los de Vadillo finiquitaron el partido en la primera parte con tres goles. El conjunto castellonense hizo sufrir al Palma Futsal en una segunda mitad en la que Fabio brilló con luz propia.
El Palma Futsal salió a la pista con las cosas muy claras y con la intención de ganar el partido desde el primer minuto para evitar sorpresas. Con una intensidad muy alta, dominando el partido, el balón y sometiendo al rival desde el primer momento. El equipo se volcó en ataque buscando los goles que le facilitasen el camino. Fue de los mejores inicios del curso del cuadro balear. Rafa López abrió el marcador en la primera ocasión clara que tuvo el equipo aprovechando el acoso ofensivo al que sometía al rival. Casi sin tiempo para celebrarlo, Lolo marcó el segundo a los treinta segundos con otro disparo potente con el que batió a Molina. Gran noticia para los locales, que encontraban la puntería que les faltó la semana pasada en el Palau Blaugrana. Un recital y un vendaval local frente a un rival que no encontraba la forma de salir de su pista y acercarse al área palmesana en la que Fabio era el único espectador de Son Moix. El Palma Futsal tenía hambre de goles y de victoria y no aflojó la marcha pese al marcador. Marlon marcó el gol de la mañana con un disparo que entró por la escuadra tras una buena acción de Vilela. Tres goles en apenas diez minutos, una renta que resultó definitiva para llevarse la victoria.
El Peñíscola tiró de orgullo y trató de salir de una situación en la que estaba completamente perdido. Dio un paso al frente y puso a prueba a Fabio, que se lució con una triple parada bajo palos que fue la mejor ocasión del rival en la primera mitad. El rival adelantó líneas sabiendo que tenía el partido perdido si no buscaba soluciones de forma desesperada y mejoró adelantando la línea defensiva, lo que hizo que los de Vadillo buscaran evitar errores y así mantener el claro marcador a su favor. Fabio volvió a lucirse en un disparo centrado de Orzáez aprovechando una de las contras en las que encontraron espacios en campo rival.
En la segunda mitad se pudo ver claramente el equipo que estaba por delante y el equipo que necesitaba marcar para sentirse vivo en el partido. Los visitantes quisieron tener el control de encuentro y el Palma Futsal, quitado de acciones individuales puntuales, parecía no ser el mismo que había marcado tres goles en la primera parte. Peñíscola adelantó líneas, se creció y empezó a poner a prueba a Fabio. El portero madrileño justificó su convocatoria con la Selección Española en la última concentración e hizo un recital de paradas que desquiciaron a los visitantes, aunque sin éstos darse por vencido. Al final, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe y la imbatibilidad de Fabio terminó en el minuto treinta cuando David Señoret, tras pase de Gauna, batió al meta balear con un disparo con la zurda desde el borde del área. La guerra del Peñíscola se hacía de notar sobre el parqué de Son Moix y el Palma Futsal lo intentaba contrarrestar con tranquilidad para construir las jugadas, pero la intensidad visitante dificultaba mucho a los de Vadillo salir de la presión con el balón controlado. Recurrieron a alargar el campo con Vilela o Higor en el punto de penalti para que recibiesen emparejados con el cierre y, a partir de ahí, buscar las segundas jugadas. Los baleares supieron encontrar el equilibrio en ese nerviosismo que implantaron los visitantes y controlaron las embestidas. Peñíscola apostó por el portero jugador, pero si por algo destaca el Palma Futsal es por su buena defensa, faceta que fortaleció en los minutos finales con el juego de cinco visitante para mantener la ventaja en el marcador y volver a sumar de tres en la liga.