Vuelve la Real Sociedad al liderato tras la derrota del Atlético aunque los de Simeone cuentan con menos partidos. El Real Madrid demostró en el derbi su buen momento de forma y venció con facilidad, lo contrario que el Barcelona, quesufrió hasta el final para derrotar al Levante. Por abajo, respiro para Huesca y Valladolid.
No hubo color en el derbi madrileño. El Real Madrid fue muy superior desde el primer minuto a un Atlético encogido, descafeinado, sin fútbol ni criterio ni goles. Desde que marcó Casemiro al poco del comienzo se vio con nitidez que el conjunto blanco iba a llevarse la victoria. El Atlético fue pisoteado en una nefasta primera mitad en la que, literalmente, no existió. Sus hombres más importantes deambularon por el césped debido a su incapacidad y, también, a la superioridad blanca en todas las facetas del juego. El centro del campo del Madrid se comió a los jugadores atléticos. Modric y Kroos impartieron una masterclass de cómo se debe jugar al fútbol, al toque, en pases rápidos, o bien desplazando cincuenta metros el balón de lado a lado. Además, si cuentas con el derroche físico de Casemiro y de Lucas Vázquez -que jugó por delante del reaparecido Carvajal- todo es más fácil porque se abren huecos para que puedan entrar los extremos. Con Benzemá danzando por la parte delantera se bastó y sobró el cuadro de Zidane para empequeñecer a un Atlético desconocido que en ningún momento pareció el líder del campeonato. Es increíble como este equipo desaparece cuando enfrente está el equipo de Zidane. Le tienen comida la moral y no parece que este cuento está cercano a concluir. Para los blancos, la semana ha sido espectacular, con dos triunfos en LaLiga y otro en Europa ante el Borussia que además le dejó primero de su grupo de Champions y con un sorteo, en teoría, más asequible para octavos. Los blancos han adquirido velocidad de crucero para instalarse ya en la zona noble de la clasificación desde la que aspirar al campeonato. Y ahora, en diciembre, parece el primer favorito para llevarse el título.
No obstante, el nuevo líder virtual vuelve a ser la Real Sociedad, aunque no pudo pasar del empate ante un buen Éibar. Los donostiarras realizaron muchos cambios respecto al equipo que jugó en Nápoles, con gente muy joven dentro de la rotación, y en la primera mitad lograron el gol que les puso por delante, pero después no sentenciaron y encajaron el empate ya mediada la segunda mitad. Los armeros, más descansados, imprimieron un ritmo alto de juego y atosigaron las salidas donostiarras. El gol de Enrich hizo justicia y todos terminaron contentos con el reparto de puntos. Por cierto, es el sexto empate donostiarra en los últimos seis choques. Dato para la estadística.
Volvió a ganar por la mínima el Sevilla, esta vez en Getafe, y mantiene su ascenso. Todo lo contrario que su rival madrileño, que se mete en problemas después de las últimas derrotas sufridas. No llegan fichajes, el entrenador, Bordalás, y los jugadores no aciertan y el puesto del técnico ya comienza a pender de un hilo. Además, su relación con el presidente no parece atravesar el mejor momento, por lo que negros nubarrones se ciñen sobre el titular del banquillo azulón. A ver si la Navidad consigue apaciguar los ánimos o, quizá, los encrespa un poco más. También derrotó el Granada -en un buen partido- a un Elche que parece deshincharse y poco a poco comienza a acercarse al abismo. Y tres puntos más para un Barcelona timorato, flojo, que sufrió de lo lindo para deshacerse de un correoso Levante, que aguantó casi hasta el final y que incluso tuvo oportunidades de sobra para marcar y dar un susto a los culés. Koeman suma tres puntos, pero la evidencia indica que el fútbol de su equipo no va a ningún sitio. El Barcelona da bastante pena.
La pelea por evitar el descenso tenía esta jornada distintos frente abiertos. Por un lado, el Huesca -por fin- obtuvo la primera victoria, justa, ante el Alavés gracias a un golazo de Ontiveros, que colocó el balón en la escuadra de Masip. Los de Machín lo intentaron pero se quedaron en la orilla, sin poder al menos puntuar. El Huesca ya era merecedor de obtener su primera victoria. Lo había intentado en distintas ocasiones pero algún error al final, un gol inesperado, daba al traste con sus aspiraciones. Hasta que el sábado se alinearon las hadas y los tres puntos se quedaron en casa. Desde luego, un espaldarazo al trabajo de su técnico, Míchel, y de sus jugadores. Por otra parte, el Valladolid doblegó en un partido de alternativas a un Osasuna luchador y peleón que parece haber perdido su ‘duende’. Arrasate vive el peor momento desde su llegada al banquillo navarro y, además, no da con la tecla. Su equipo está metido en un buen lío y urge una rápida reacción. Para Sergio, técnico pucelano, la victoira supone tres puntos vitales y un soplo de aire fresco.
Dos partidos con empate: Betis-Villarreal, resultado justo entre dos conjuntos que quieren el balón. Las interrupciones y las lesiones fueron fundamentales en el devenir del choque. Y Valencia-Athletic, el partido de la ruleta. Comenzaron ganando los locales, igualaron y se pusieron por delante los vascos y finalmente los muchachos de Javi Gracia hicieron justicia poniendo el empate en el marcador. Poco más que decir de dos equipos que no son ni la sombre de lo que fueron hace años.
Hoy lunes concluye la jornada con el Celta-Cádiz, partido de contrastes con dos equipos totalmente distintos. A los gaditanos les sienta de maravilla jugar a domicilio. Atención, por tanto.