Goles, penaltis, polémicas, entrega, lucha, una locura. Ingredientes perfectos para un derbi mallorquín que finalmente se ha llevado la UD Poblense. Los de Óscar Troya han asaltado el Estadio Balear, ganando 2-3 al Atlético Baleares, y consiguiendo la primera victoria de la temporada. Por contra, el conjunto balearico, suma una nueva derrota que le aleja aún más del objetivo de ascender a Segunda División.
Un partido loco. El Atlético Baleares empezó ganando el encuentro. Ferran Corominas, desde el punto de penalti, se estrenaría como goleador blanquiazul. Cuando los locales tenían, aparentemente, el partido controlado un error de Juan Carlos en una salida provocó el empate. Alberto, el más listo de la clase, empujó el balón para poner el 1-1 en el marcador. Con dicho resultado se llegaría al final de la primera parte. Lo bueno aún estaba por llegar.
Ya en la segunda mitad la locura hizo acto de presencia. En la primera jornada el Poblense transformó un penalti para adelantarse en el marcador. Jaime Hernández era quien lo lanzaba de una manera magistral. El golpe moral al Baleares era claro. Los de Roger intentaron levantarse, pero Mateo lo impediría cuatro minutos después. El defensa grandota marcaba de cabeza tras el bote de un córner. Era el 1-3 y el Estadio Balear se venía abajo. No obstante, el equipo blanquiazul siguió intentándolo. Y en dicho contexto llegaría el tercer penalti de la mañana. Coro, de nuevo, lo transformaba para dar emoción al choque durante los últimos minutos. Sin embargo el marcador no se volvería a mover, aunque ocasiones, sobre todo para el combinado local, sí hubo.