El Atlético quiere LaLiga. Ganó al Valladolid, ya es líder y continúa su racha triunfal mientras el Barcelona se desangra en Cádiz en otra actuación bochornosa. El Real Madrid ganó sin dificultad al Sevilla, al que aleja de la cabeza. La Real, mientras, se estrelló ante Pacheco y sólo pundo empatar en Vitoria. Por abajo, el Huesca dejó escapar dos puntos en Granada en cinco minutos finales nefastos y cierra la tabla, junto a Valladolid y Osasuna.
Simeone va en serio. El Atlético se lo cree. Derrotó al Valladolid de forma contundente y cómoda y continúa su camino hacia el título liguero, con permiso de la Real Sociedad. Lleva más de un año sin conocer la derrota en el Wanda y más de una veintena de encuentros sin caer a la lona. Su triunfo le relanza y le confirma. Fue un partido sin mucho que contar, una jornada más en el trabajo para los colchoneros. Lo mejor fue ver a Lemar marcar un gol y después de Llorente refrendar el triunfo ante un Valladolid discreto que no sale del hoyo y que va a sufrir hasta el final. Ahora mismo, en España, el Atlético es el mejor de los denominados ‘grandes’.
Sí, porque el Real Madrid ganó como ganan los ‘resultadistas’: con muy poco fútbol, bien pertrechadas las líneas, corriendo todos juntitos y buscando una contra salvadora. El plan le salió de cine a Zidane, es totalmente correcto ante el que no se puede decir nada -menos si se han llevado el triunfo- pero es una forma de jugar de equipo pequeño, de los que luchan por no descender. Y eso, por historia y trayectoria, no le va al Real Madrid, aunque está claro que en las circunstancias actuales todo vale si al final de los noventa minutos sumas los puntos. Y el conjunto blanco los sumó, dejando al Sevilla muy tocado después de no disponer apenas de ocasiones. Lopetegui sigue gafado cuando se enfrenta al conjunto del Bernabéu, sin ideas, sin juego. Ocasión desperdiciada por los andaluces, que tendrán que conformarse e intentar mejorar en las próximas semanas ahora que la Champions se va a marchar de vacaciones hasta febrero. El Sevilla lo agradecerá a pesar de de tener una plantilla larga. Y mientras, el Real Madrid, a lo suyo. Sigue sumando, acercándose a la cabeza y ampliando distancias con el Barcelona, el gran damnificado de la jornada.
Los de Koeman hicieron el ridículo en Cádiz, y no es la primera vez esta temporada cuando juega a domicilio. Dos errores infantiles, personales, permitieron la victoria de un Cádiz que se lo creyó desde el primer momento. Los de Álvaro no necesitan el balón para llevar los partidos donde quieren. Les basta con defender de forma ordenada -y muy trabajada, todo hay que decirlo- y después salir a la contra, que alguna siempre cae. Si hay suerte, gol y a esperar de nuevo. Y eso sucedió, cuando los culés empataron los cadistas no se vinieron abajo y mantuvieron su orden, hasta que de nuevo entre Alba, Lenglet y Ter Stegen la liaron para encajar el definitivo 2-1. Pero el problema no se queda en los errores defensivos, sino en la intrascendencia del fútbol desarrollado y la escasa capacidad para romper defensa de conjuntos menores. Messi anduvo desaparecido, algo que ya es habitual, Dembélè apenas tocó balones y no encaró porque estaba muy cerrado; Griezzman pasó por allí sin más; De Jong mantuvo ese perfil mediocre que le acompaña desde su legada hace ya más de un año; Busquets trotó a paso burra por el campo...en definitiva, un desastre del que no aprende el cuadro culé. No mueve el balón con rapidez, los jugadores permanecen quietos, esperando, intentan entrar por el centro -por donde hay más circulación-, no hay ideas, no abren el campo… en fin, son tantos detalles que se pierde la cuenta. El Barcelona necesita una renovación firme, con savia nueva y jugadores con hambre, para intentar al menos entrar en puestos Champions, opción que ahora mismo ni se contempla. El descenso está más cerca… Por cierto, el Cádiz, ‘chapeau’, para quitarse el sombrero. Consciente de sus limitaciones, maniató la sala de máquinas blaugrana y salió a la contra con rapidez. El gol de Negredo, el segundo, es de una calidad extrema cuando deja pasar al defensa para marcar a puerta vacía. Enormes sus jugadores y fantástico su técnico, Álvaro Cervera.
Tenemos además cambio de líder porque la Real Sociedad no pudo con un correoso Alavés -que se quedó con diez media hora- después de estrellarse contra un Pacheco inconmensurable. A los guipuzcoanos les está costando marcar goles. Llegan bien al borde del área, combinan a la perfección, pero no matan en los metros decisivos. Bien por errores individuales o por buenas actuaciones de los rivales, el caso es que los donostiarras no pudieron pasar del empate y descienden a la segunda plaza. El problema del gol es importante porque ahora mismo los dos delanteros principales, William José e Isak, ven la portería muy pequeña (o no la ven directamente) y no atinan ni de casualidad. Ambos han comenzado la temporada muy alejados de su rendimiento habitual y su equipo lo está notando y pagando. Hasta en cuatro ocasiones sus remates se estrellaron en Pacheco, auténtico héroe del partido. Lo mejor para los de Imanol fueron los minutos que tuvieron muchos chavales jóvenes en un choque complicado, con mucha lluvia y ante un rival pegajoso. La cantera donostiarra está atravesando un momento envidiable y en Vitoria se comprobó a pesar de no lograr la victoria.
Por lo demás, destacar el empate entre Granada y Huesca tras una remontada épica de los andaluces en los últimos cinco minutos. Los de Míchel no consiguen ganar y al final lo tiran todo por la borda. Y así eres el colista. También igualdad entre Villarreal y Elche en un mal partido de los de Emery. Otro que sigue sufriendo es el Athletic de Garitano (de nuevo en problemas), que volvió a dar pena ante un buen Celta; triunfo balsámico del Levante frente a un disminuído Getafe; y enorme victoria del Betis en Pamplona que deja en puestos de descenso a un Osasuna que ha perdido fuelle, sobre todo en su estadio ante la falta de público, su gran apoyo.
Esta noche importante Éibar-Valencia para alejarse del descenso.