Corrían las 19:00 de la tarde cuando Juan Luis Pulido Santana hizo sonar su silbato para decretar el comienzo del duelo que midió al RCD Mallorca frente al Albacete en el partido correspondiente a la séptima jornada de campeonato en la Liga Smartbank. Bermellones y manchegos midieron fuerzas en un pulso futbolístico que acabo en tablas (0-0) tras una actuación estelar de Tomeu Nadal, que le negó la fortuna a los que vestían de rojo hasta en una pena máxima.

Luis García Plaza tuvo bajas con las que lidiar, y por ello dio salida a otra composición inicial inédita hasta la fecha: Reina, Gámez, Valjent, Raíllo, Cufré, Sedlar, Iñigo, Dani Rodríguez, Mboula, Amath y Marc Cardona formaron en un 4-2-3-1 que ya es marca de la casa. De esta manera, jugadores indiscutibles como Oliván o Lago Junior pudieron gozar de un merecido descanso en unas semanas de auténtico frenesí. Por su parte, Aritz López Garai encaró su segundo partido a los mandos del Albacete y apostó por un once en el que un ex-mallorquinista como Alfredo Ortuño apuntaló el ataque.

El primer acto echó a rodar con la inesperada intención de llevar la batuta por parte del cuadro blaquinegro. Poco después y como de costumbre, los de Son Moix aumentaron la velocidad del crucero ofensivo y empezaron a encontrarse de frente con el que a posteriori se convertiría en el MVP de la noche; el meta Tomeu Nadal. La intensidad fue de más a menos en unos 45 minutos en los que Ruiz de Gallarreta y Cufré fueron de lo mejorcito que vestía de Umbro. El 0-0 fue el resultado con el que ambos elencos encararon el túnel de vestuario, sin haber encontrado ocasiones clamorosas en ninguna de las dos áreas.

En la segunda parte la cosa estaba por cambiar. El Albacete acosó durante los primeros compases posteriores al silbido que decretó que el partido volvía a jugarse, pero el Mallorca supo jugar su papel de víctima y apagó todos los fuegos que provocaron las llegadas de Fuster, Álvaro Jiménez y compañía.

Justo después de que las tornan se cambiaran, Jordi Mboula provocó un penalti que Salva Sevilla acabaría errando tras adivinar Tomeu Nadal la dirección de la ejecución por parte del centrocampista andaluz, que había sustituido al lesionado Sedlar antes del half time. Cuando los baleares se relamían las heridas que ocasionó fallar dicha oportunidad, los de LGP se volvieron a encontrar con una triple parada en la que el guardameta balear tiró hasta de la cabeza para que el esférico no cruzara la línea.

El Albacete encontraría su único chance en uno uno contra uno que los visitantes, incomprensiblemente, no supieron aprovechar. El carrusel de cambios que acabó con Antonio Sánchez, Lago Junior, Febas y Trajkovski sobre el verde serviría de poco en los minutos restantes de un choque que parecía estar destinado a acabar sin tantos. Y así fue.

El Mallorca enlaza su segundo empate a cero (el tercero de la temporada) y ve como por primera vez en varias semanas los puestos de play-off ya no son una realidad, aunque sólo queden a un pequeño puñado de puntos. El Albacete, por su parte, sumó un punto a su casillero sin a penas disparar entre los tres palos. Así es el fútbol, si perdonas lo pagas, y aunque el peaje en el día de hoy pudo salir más caro, los de rojo y negro dejan escapar una inmejorable oportunidad de colocarse en puestos de ascenso directo junto al RCD Espanyol, al que parece que ya ni un huracán le va a mover del sitio.