El fútbol profesional volvió al estadio de Son Moix para acoger la primera jornada de competición liguera en la Liga Smartbank. El RCD Mallorca recibió al Rayo Vallecano de Andoni Iraola en un encuentro que resultó trepidante de principio a fin. La contienda se acabó saldando con un verde para los visitantes (0-1), que consiguen así los primeros puntos de la temporada ante un Mallorca que, tras varias campañas, empieza la temporada con un traspiés.

Reina, Sastre, Valjent, Raíllo, Iván Bravo, Baba, Febas, Dani Rodríguez, Stoichkov, Lago Junior y Álex Alegría conformaron el primer once de Luis García Plaza como técnico bermellón en un partido oficial. El poco rodaje de Ante Budimir durante la pretemporada mallorquinista hizo que uno de los pilares del esquema como es el croata arrancara la contienda desde la banca. Por su parte, Iraola apostó por un once plagado de juventud y atrevimiento en el que Luis Advíncula fue la baja más significativa del conjunto de la franja.

Los primeros minutos de juego ya vaticinaron cómo se iba a desarrollar la posterior hora y media de fútbol en el tapete balear: el Rayo arrancó rindiendo todos los honores posibles a su nomenclatura, con una propuesta de fútbol combinativo y eléctrico que metió en problemas a los de rojo. Los anfitriones reaccionaron a tiempo y consiguieron igualar fuerzas en unos primeros 45 minutos en los que la mejor ocasión estuvo en las botas de Dani Rodríguez, pero un excepcional Miguel Morro se encargó de desbaratar las intenciones del gallego. Fue un tramo de mucha ida y vuelta, pero de pocas oportunidades para convertir.

La segunda mitad fue un calco de la primera: los de Vallecas salieron a otra cosa y a otra marcha, y en esta ocasión sí encontraron resultados tangibles. En el minuto 50, los madrileños consiguieron pisar área rival tras una inconmensurable cabalgada de Fran García, que regaló posteriormente el 0-1 a Isi, que sólo tuvo que empujar el esférico hacia las redes cuando llegaba desde muy atrás. Los visitantes dieron un golpe encima de la mesa que a la postre sería definitivo. Un triple cambió de LGP en el que se incorporaron Salva Sevilla, Luka Romero y Ante Budimir pretendió ajustar o voltear el electrónico, pero ni los del inicio ni los de refresco tuvieron una buena tarde. Los recién llegados de Primera no gozaron de ninguna ocasión reseñable más allá de un libre directo de Sevilla y, pese a intentarlo, no consiguieron incomodar a un Rayo que acabó bastante cómodo el partido.

El Mallorca arranca una temporada en la que está llamado a estar en lo más alto de la peor manera, dejando una imagen muy pobre y reflejando que a este equipo aún le falta un largo trecho de acercamiento con la idea de Luis García, quien deberá encarar esta próxima semana con la idea de desquitarse las sensaciones de este primer tropiezo poniendo toda su atención en el RCD Espanyol de Vicente Moreno, el rival al que los palmesanos se medirán el próximo fin de semana.