El Celta de Vigo visitó el Visit Mallorca Estadi para medirse al Real Mallorca en el encuentro correspondiente a la trigesimotercera jornada de campeonato en Primera División. Bermellones y celestes se enfrentaron en un choque vital para las aspiraciones de unos y otros por evitar el descenso y en dicho enfrentamiento, la balanza cedió del bando local tras un contundente 5-1 cosechado tras los goles de Ante Budimir (2), el ‘Cucho’ Hernández, Alejandro Pozo y Salva Sevilla.

Vicente Moreno volvió al 4-3-3 y, desde el primer minuto, el equipo lo agradeció. Lumor volvió a un once en el que sólo aguanto 40 minutos. El africano fue la única sorpresa en un once apuntalado con el ‘Cucho’ Hernández, Takefusa Kubo y Ante Budimir en la lanza de ataque. Por su parte, Óscar García echó el resto y dibujo un once con sus mejores cromos, entre los que destaban Denis Suárez, Rafinha, Santi Mina y Iago Aspas.

La primera parte fue la soñada para los de casa. El Celta puso el fútbol, pero el Mallorca, los goles. Pese a que los gallegos salieron al verde balear dispuestos a mandar, la escuadra anfitriona hizo buena cada una de las llegadas que acometía tras quitarse de encima las trenzadas acometidas de su rival. Un dudoso penalti sobre Dani Rodríguez y transformado por Ante Budimir, una buena definición tras un embarullo por parte del ‘Cucho’ y un soberbio zurdazo de Alejandro Pozo desde el pico del área plasmaron un increíble e inesperado 3-0 en el electrónico. Con a penas tres o cuatros llegadas, efectividad total por parte del que vistieron de rojo y negro durante más de una hora y media. Los celtinhas también tuvieron alguna, pero un estelar Manolo Reina aguó la fiesta a Aspas y compañía y consiguió dejar la meta a 0 al concluir el primer acto.

La segunda parte tuvo dos matices a resaltar. Por una parte, la reacción de un Celta que salió a rascar lo que pudiera con una agresiva entrada al campo. Tal fue así que a los cinco minutos de la reanudación, Iago Aspas convirtió una máxima cometida sobre Mina y puso el 3-1. Quedaba mucho, estaban enchufados y Fedor Smolov asustaba a casi todos tras reforzar el ataque vigués desde el banquillo. Pero por otra parte, estaban Budimir y Salva Sevilla, que querían más madera. Entre el gigantón croata y el artista andaluz se encargaron de echar por tierra todas las aspiraciones de los de azul cielo. El ex Serie A aprovechó una asistencia del ex bético para enganchar el 4-1 en el minuto 52 y, sólo diez más tarde, fue el propio Salva el que hizo las delicias del respetable con un derechazo desde la frontal que, tras tocar en ambas maderas laterales, confirmó la manita. Las revoluciones bajaron de tal forma que a partir del quinto gol de los palmesanos no se contabilizaron ocasiones reseñables.

Histórico resultado de un Mallorca que quiere demostrar que si no se consigue, por lo menos se lucha. A cinco jornadas para el final, los de Vicente Moreno afrontarán ahora uno de los retos más difíciles: visitar el Wanda y medirse al Atlético de Madrid. Puntuar en la capital sería una proeza para un equipo que ha demostrado en el día de hoy que quiere seguir creyendo en su objetivo; la permanencia.