El Ibiza ha acabado la primera vuelta de la liga empatando a dos contra la Unión Popular de Langreo. Es la primera igualada del equipo celeste en casa en lo que llevamos de temporada. El punto mantiene al bloque ibicenco en la zona noble de la clasificación pero deja un regusto amargo porque el partido llegó al descanso con clara ventaja para los locales.
Dos goles, de Rodado, en el minuto 6, y Cirio, media hora más tarde, presagiaban una victoria plácida. Los dos delanteros del Ibiza mostraron su habilidad para cazar balones rechazados en el área en ambos tantos. En el primero, Rodado sumó su duodécima diana del curso remachando a la red una pelota que escupió Dennis, el meta del Langreo, tras chut de Javi Lara. En el segundo, Cirio estuvo muy atento para empujar una bola que también tocó el arquero langreano, esta vez para evitar que un compañero se la metiera en propia.
Además de los dos goles, las sensaciones que ofrecía el Ibiza en el primer partido de 2020 eran inmejorables. Dominio del cuero y circulación fluida, buen fútbol y ganas de convertir el juego alegre en más goles que festejar. Sin embargo, los partidos pueden tener desarrollos imprevisibles. Hoy ha ocurrido así, haciendo bueno el pronóstico de Pablo Alfaro: los asturianos eran un rival engañoso que viajó a la isla cargado de buenos argumentos.
El Langreo acertó prácticamente en el primer chut a puerta de que dispuso. Una buena acción individual de Adrián Llano se convirtió en el 2-1 y sembró la duda en el césped de Can Misses. Pasó, como entre los goles del Ibiza, casi media hora entre este tanto y el que subió al marcador Davo para empatar el partido ya en el descuento. En ese tiempo, el Langreo consiguió cogerle el pulso al partido y empezó a tutear al Ibiza, aplicando un fútbol más directo. Los asturianos tuvieron un par de oportunidades con Nierga como protagonista para haber empatado el duelo antes de que Davo culminara la reacción de los verdes. También Allyson, que ingresó en el segundo acto, tuvo una buena ocasión con un lanzamiento que detuvo Lucas. El Ibiza no se amilanó y pudo hacer el tercero con un buen lanzamiento de Raí desde la frontal que salió alto, la opción más clara del segundo tiempo para los locales junto a una chilena que Caballé dibujó en el aire, cuando el 2-0 aún campaba en el electrónico, y que se quedó a unos centímetros de impactar una bola servida por Javi Lara.
Sin permitirse demasiados lamentos por las ocasiones disfrutadas ni por los puntos que se escapan con el empate, la afición celeste abandonó el estadio con el obsequio que el club regaló a los abonados antes del pitido inicial (una bufanda y una carta del presidente Amadeo Salvo dentro de una caja personalizada) entre los brazos y con la mente puesta en el apasionante mes de enero que puede vivir el Ibiza. Los celestes viajan a Pontevedra el martes para medirse un día después a los gallegos en la reanudación del partido que se suspendió el pasado 18 de diciembre por la lluvia y el viento. El premio, en caso de pasar la eliminatoria, será recibir al Albacete en el fortín ibicenco el próximo fin de semana. En una noche como la del 5 de enero, la Copa del Rey invita a soñar como un niño.