La llegada de Robert Sarver al RCD Mallorca goza ya de un capítulo propio en la historia del club. Un descenso, y dos ascensos consecutivos culminados con la vuelta del equipo a Primera División, son el bagaje de un propietario que en su país natal, no es precisamente conocido por su buena gestión deportiva.
“Señor Sarver, no ha hecho nada para mejorar este equipo en los 14 años que lleva como dueño. No ha buscado, vendido, ni pagado, por 2 o 3 jugadores importantes, que es lo que hace cualquier equipo profesional exitoso o en el camino hacia el éxito. Es usted un agarrado, y vergüenza para todos aquellos que hayáis negociado con él”.
En Diciembre de 2018, es decir, hace poco más de un año, Greta Rogers, ciudadana de Phoenix, brindó a Robert Sarver estas conciliadoras palabras. Una anciana de 90 años que había visto 2 MVP’s de la NBA en sus Suns de la mano de Charles Barkley y Steve Nash, vibrado conépocas carismáticas como los Suns de los “8 segundos o menos”, y que había animado a su equipo en unas finales de la NBA, dio por acabada su paciencia ante la incapacidad del multimillonario para gestionar un equipo con pedigrí, que no hace tanto maravillaba a la NBA. Sin embargo, las palabras de Greta no son más que un simple grano de arena dentro de la playa de críticas por la que pasea el actual propietario del Mallorca. Jugadores, ex jugadores, entrenadores, ex entrenadores, directivos, periodistas… todos coinciden en lo mismo: Robert Sarver es el peor dueño de la NBA.
¿Pero cuál es una de las ventajas de ser multimillonario? Que te da absolutamente igual lo que piense la gente de ti. Por eso mismo, allá entre 2014 y 2015, Robert Sarver viajó por España buscando satisfacer su sed de gestión deportiva para adquirir un club de fútbol. En sus primeras tentativas, a Sarver le cerraron la puerta en las narices en Getafe, Espanyol y Levante, pero no por ello iba a darse por vencido, pues poco después de la negativa granota, se lanza a por el Mallorca. Y vosotros os preguntaréis, ¿cómo puñetas le dio el club las llaves de Son Moix a este elemento? Pues porque igual el que mandaba por aquí en aquel momento era todavía más inepto que el que llegaba. Tal día como hoy, un 4 de enero de 2016, Utz Classen se desprendió del Mallorca por algo más de 20 millones de euros, dándole al bueno de Sarver la oportunidad única de ser el dueño del peor equipo de la NBA, y también del peor equipo del fútbol profesional español. Porque aquel Mallorca era un equipo que aterrorizaba ver jugar; sin ideas, sin profundidad en la plantilla, con jugadores mediocres que apenas conseguían rascar algún triste empate de vez en cuando.
Y de ahí, todavía no sabemos muy bien cómo, el Mallorca resurgió de sus cenizas. Con una arriesgadísima apuesta deportiva, fichando jugadores con sueldos inalcanzables para el resto de equipos de 2ªB, el Mallorca no solo iba a volver al fútbol profesional al año siguiente, sino que, manteniendo prácticamente el mismo 11 que en la categoría de bronce, y habiendo realizado unos fichajes estivales bastante mejorables, el equipo firma una segunda vuelta estratosférica convirtiendo Son Moix en un fortín, y en unos play-off que pasarán a la historia del club, el Mallorca, casi sin darse cuenta, vuelve a primera división.
Siendo honestos, no podemos decir que la gestión deportiva a manos de Sarver haya sido un éxito. Todavía muchos no se explican cómo el equipo ha sabido sacarle tanto rendimiento a jugadores acostumbrados a jugar en equipos de la parte baja de 2ª, o incluso de 2ªB. También es un misterio por qué son incapaces de caminar de la mano con el cuerpo técnico, aunque ahora están a tiempo de “salvarlo” en este mercado de invierno. No todos están satisfechos con el trabajo de Maheta y Recio, pero nadie puede discutir que de una forma u otra, los resultados han llegado. Solo el tiempo dirá si los éxitos se han cimentado exclusivamente desde el apartado deportivo, o si realmente, esta extraña gestión llevada a cabo desde los despachos, ha servido para devolver al Mallorca al lugar que le corresponde.