Real Mallorca y Atlético de Madrid disputaron en Son Moix el encuentro correspondiente a la sexta jornada de campeonato para ambos conjuntos. La parroquia bermellona volvió a disfrutar de la actuación de uno de los equipos punteros del fútbol europeo después de varias temporadas sin poder hacerlo. Pero la alegría no fue completa, ya que el conjunto balear se volvió a quedar sin sumar por segunda jornada consecutiva tras ver como los madrileños les superaban tanto en el juego como en el electrónico.

Vicente Moreno hizo cambios. El técnico valenciano consideró dar entrada a Takefusa Kubo, que fue la novedad principal del conjunto local y que tuvo la oportunidad de debutar como titular ante su afición. Otra variación pronunciada fue la de Lumor, que volvió a un once titular dos partidos después en detrimento de Baba Rahman, que sufrió una lesión durante el encuentro ante el Getafe que le mantendrá un par de meses lejos de los terrenos de juego.

La primera mitad arrancó como se esperaba: el Atleti saltó al verde de Son Moix enchufado desde el primer minuto de partido y, en las botas de Diego Costa y Vitolo tuvo las primeras oportunidades claras de peligro. Los chicos del ‘Cholo’ dejaron bien claro desde el inicio del encuentro de qué pasta están hechos. Los Koke, Joao Felix, Saúl y compañía camparon a sus anchas por la sala de máquinas durante el primer tramo de fútbol, donde los jugadores bermellones se vieron claramente superados. Y si el río suena, es que agua lleva. Cuando faltaban un par de minutos para que se cumpliera la media hora de partido, Diego Costa adelantó a los visitantes con un gran cabezazo tras un saque de esquina botado por Koke. Pudieron (y quizás debieron) ser más, pero el 0-1 fue el resultado definitivo al término del primer acto.

El primero que la tuvo en la segunda fue Kubo, que en una buena jugada con Salva Sevilla llegó a incomodar a Jan Oblak con un disparo que bien cerca estuvo de suponer el empate a uno. Y este buen inicio animó a los de casa. El cuadro de Vicente Moreno gozó de sus mejores minutos cuando se rondaba la hora de partido. Pero poco dura la alegría en casa del pobre, que dirían algunos. Cuando rondaba el minuto 65, Joao Felix se encargó de doblar la ventaja de los visitantes con una extraña volea que, con algo de suerte y tras dar en el palo, se coló en el fondo de la portería de Manolo Reina. 0-2 y el milagro de puntuar se antojaba ya imposible. Y de ahí al final, sin nada reseñable que destacar más allá de la evitable expulsión de Álvaro Morata por doble amarilla hasta que Hernández Hernández hizo sonar su silbato y la contienda llegó a su fin.

Una misión imposible que se quedó en posesión del adjetivo. El Mallorca cayó ante un Atlético que, sin brillar en exceso, mereció el resultado y los tres puntos. Con esta derrota, la escuadra bermellona acumula ya cinco semanas sin ganar, en las que sólo ha podido puntuar en una de ellas. Cuatro puntos, el descenso cada vez más cerca y la amarga sensación de no sumar puntos pese a no perderle la cara a casi ningún partido. Toca seguir trabajando y, teniendo en cuenta que aún queda muchísimo, es momento de pensar ya en el duelo ante el Deportivo Alavés que se juega en un par de días en el estadio de Mendizorroza.