A un partido de ascender a Segunda División. El Atlético Baleares tiene la compleja tarea de remontar al CD Mirandés este domingo en Son Malferit si quiere conseguir subir de categoría. El reto no es nada sencillo. En la ida, el equipo de Miranda de Ebro ganó 2-0. No obstante, Manix Mandiola, confía plenamente en su equipo y está convencido de que remontarán. «Estamos en desventaja pero nos sentimos capaces de ganar al rival, como hemos hecho casi todos los partido en casa esta temporada. Prometo que el equipo lo va a dar todo. Será un partido bonito para el espectador y emocionante porque nadie va a especular y será igualado y reñido. Seguiremos pase lo que pase hasta morir», explica el técnico del conjunto blanquiazul. Mandiola, además, podrá contar con Kike López y deja en duda a Rubén González. El míster vasco insiste en que irán a por el Mirandés desde el minuto uno: «Hay que meter el primero y ya pensaremos en el segundo, sea el minuto que sea. Aunque marquemos en el 80, hay tiempo de marcar luego el segundo».

Mandiola toma de ejemplo la eliminatoria del RCD Mallorca, que remontó un 2-0 ante el Dépor para ascender a Primera División. «Lo que le pusieron los jugadores y su afición ha provocado que estén en Primera. Aprendamos de los ejemplos de remontada positivos. La afición del Baleares no es menos que la del Mallorca», indica. El líder del equipo balearico explica que deben demostrar madurez durante el partido y cree que será positivo para ellos estar adaptados a la temperatura. «Estoy convencido absolutamente de que podemos remontar, por convicción y devoción. La afición nos anima por la calle, son el soporte del club. Ya he puesto la vela en San Miguel«, comenta Mandiola.

Por último, el míster blanquiazul asegura que han ensayado los penaltis «para ver la confianza de los jugadores que pueden tirarlo, por tener una información más». Pero Mandiola deja claro que ahora mismo no firma llegar a penaltis: «Tenemos noventa minutos para hacer muchas cosas. Entre la afición, el campo y la ilusión tenemos nuestras armas con las que jugar. No tenemos grandes discursos ni charlas».