El Atlético Baleares está muy cerca de volver al fútbol profesional más de 40 años después. Tras el 0-0 de la ida ante el Racing de Santander, Son Malferit decidirá quien asciende a Segunda División. Además, ya conocemos el horario oficial, un horario cómodo para el equipo blanquiazul: el domingo 2 de junio a las 12h. Sabiendo ya fecha y hora, el Baleares lo tiene todo a favor para conseguir un hito histórico. Y es que las tablas del partido de ida dan alas a los jugadores que tendrán a su afición delante para vencer a un Racing que seguro estará muy incomodo jugando en un campo tan peculiar como lo es Son Malferit. Aun así, hay un par de efectos colaterales que Manix Mandiola debe gestionar y controlar.
Al Baleares solo le vale ganar o ganar. El 0-0 es un buen resultado, más aún si tenemos en cuenta todo el contexto histórico de El Sardinero y cómo estaba el pasado domingo, pero es un marcador engañoso. Cualquier empate con goles le beneficia al Racing, por lo que encajar -en cualquier momento del partido- sería un palo muy duro para el conjunto blanquiazul. No obstante, hay que tener en cuenta que el Baleares defensivamente es un gran equipo. Ya lo demostró en el partido de ida y, sobre todo, durante toda la temporada. En Son Malferit, además, ha encajado muy pocos goles y es algo que intentará repetir el próximo domingo. También es importante tener en cuenta el efecto de la grada. El Racing estará muy incomodo y le será complicado realizar su juego.
Efectos colaterales del empate en El Sardinero: las expulsiones de Peris y Hugo Díaz. Mandiola no podrá contar con dos piezas clave en sus esquemas. Desde la llegada de Peris en invierno, él ha sido el lateral zurdo para el técnico vasco. Veremos cómo soluciona su ausencia, pero opciones tiene. El caso de Hugo Díaz también es significativo, ya que suele ser el jugador utilizado por Mandiola para revolucionar las segundas partes. Son dos bajas importantes que pueden afectar considerablemente al equipo.