El Atlético Baleares tiene, este próximo fin de semana, la primera oportunidad de sellar matemáticamente la primera posición de grupo en Segunda B. Tras certificar el play-off ante el Levante Atlético, los de Manix Mandiola necesitan una carmbola que, tal y como está el grupo, se podrían dar sin complicaciones. Todo pasa porque los blanquiazules ganen su partido ante el Valencia Mestalla. Un partido que se disputará en Son Malferit y que, con números en mano (invicto este año, solo tres goles encajados, etc.), la victoria debe ser segura. Aunque los filiales nunca son de fiar. Algo que el técnico vasco dirá seguramente el viernes cuando atienda a los medios de comunicación. En base a ello, a una victoria del Baleares en casa, solo debe esperar a que sus perseguidores pinchen. 

Hércules y Villarreal B están, actualmente, a siete puntos del conjunto balearico. El conjunto alicantino viaja a un plaza complicada como es Peralada, equipo que se está jugando no descender a Tercera División -está a un solo punto de los puestos rojos-. Un pinchazo del Hércules entraría dentro de una lógica bastante entendible por el contexto del conjunto catalán que, además, lleva dos derrotas consecutivas y querrá volver a la senda de la victoria. Por su parte, el Villarreal B jugará en casa ante el Cornellà. El filial amarillo está siendo muy irregular, sobre todo, en su campo y se enfrentará a un equipo que está cuarto y a tan solo cuatro puntos de la segunda posición. Será un tremendo partido que si finalmente se lleva el Cornellà ayudaría al Baleares en su objetivo de certificar esa primera posición.

Un handicap a tener en cuenta es que el Baleares, cuando salga al césped el domingo en Son Malferit, ya sabrá qué habrán hecho tanto Hércules como Villarreal B -ambos juegan el sábado-. Puede ser bueno o malo. Podría haber una presión añadida o, sin embargo, una motivación extra. Lo que está claro es que si la carambola sale, el Baleares estará más cerca de jugar en Segunda División la temporada que viene.