Si hay algo que evidente en la temporada del Real Mallorca de Vicente Moreno es la existencia de dos caras en el mismo: la que ofrece en Son Moix y una segunda lejos de la isla. Pero, en plena actualidad secundaria, vamos a hablar un poco sobre de lo es capaz el equipo cuando se desenvuelve en su feudo.

9 de 13. Sí, en victorias. Ese es el maravilloso balance del equipo bermellón cuando desarrolla fútbol ante su afición. 29 de 39 unidades, unos números que a día de hoy sólo superan Osasuna y Deportivo de La Coruña con el mismo número de partidos (13) y Alcorcón y Málaga con un encuentro más disputado en su estadio (14). Eso convierte al Mallorca en el tercer mejor anfitrión de toda la competición, si tenemos en cuenta el coeficiente de partidos disputados como local. Unas cifras que, sin contar con mucha ayuda de los conseguidos a domicilio, mantienen intactas las opciones de play-off para los que resta de temporada.

Pero el dato realmente demoledor quizá este aún por llegar en este escrito: tras la última jornada (donde el Albacete empató sin goles en casa ante el Real Oviedo), el Real Mallorca ya es el único equipo de toda la Segunda División que aún no se ha quedado sin marcar en ninguno de los encuentros que ha disputado como local. Teniendo en cuenta que ya se ve de cerca el mes de marzo, es una excelente y destacada estadística. El conjunto bermellón deberá mejorar sin duda la versión de su cara B en los choques que disputa lejos de las Islas Baleares, pero sin duda, si nada cambia, Son Moix será uno de los argumentos de más peso de cara a pensar en un final de liga ambicioso, con las aspiraciones de hacer algo grande intactas.