Lo tenía todo a favor pero el Real Madrid decidió suicidarse y perder ante el Girona para dejar LaLiga casi en la mano de un Barcelona que ganó al Valladolid, con muchos problemas, y que se dispara en LaLiga hacia un nuevo título. Con muchos problemas y demasiada suerte también ganó el Atlético en Vallecas.
Sí, todo hacía indicar tras la primera mitad que el Real Madrid iba a conquistar tres nuevos puntos en su estadio ante un Girona que no conocía la victoria desde finales de noviembre. Los de Solari salieron con hambre, jugando con rapidez y queriendo resolver por la vía rápida. Casemiro volvió a marcar por segunda semana consecutiva y puso por delante a los suyos. Pero a la vuelta del descanso el conjunto blanco volvió a las andadas. Un Girona necesitado, que veía que el conjunto blanco no era tan fiero, se fue arriba y comenzó a plantear problemas a un Madrid que sufría en defensa. Las subidas de Marcelo y Odriozola fueron muy bien aprovechadas por Stuani y Portu para abrirse a las bandas con velocidad y generar peligro. Además, los jugadores de arriba del Madrid no bajaban a defender y el equipo se rompía en mil pedazos. Avisaron los de Eusebio en varias ocasiones, con un disparo al poste incluido, hasta que Ramos cometió penalti al rechazar con las manos un disparo que iba a portería. Stuani empató y el Madrid desapareció de forma definitiva. Portu marcó pocos minutos después e incluso el Girona pudo marcar un tercer tanto. Courtois, en la última jugada, remató de cabeza un córner y estuvo a punto de igualar. Fue lo único destacable de los últimos minutos. La victoria premia a un Girona que lo mereció porque jugó siempre con confianza y buscó el triunfo a la vez que penaliza a un Real Madrid conformista que volvió a dormirse en los laureles, como hace día en Amsterdam, pero en esta ocasión la suerte le fue esquiva. Tres puntos que vuelan del Bernabéu y LaLiga parece que ya, de forma definitiva, entregada. Los catalanes respiran, y Eusebio, más.
El líder Barcelona, visto lo visto, aumenta la distancia frente a su eterno rival porque sí fue capaz de ganar a pesar de jugar rematadamente mal. Los culés fallaron múltiples pases, erraron claras ocasiones y hasta Messi tuvo una noche terrenal porque volvió a errar una pena máxima. El tanto de penalti del argentino -más que dudoso- sirvió para sumar tres puntos pero no despeja las dudas que se mantiene sobre el equipo de Valverde. Algunos jugadores están mal y entramos en una fase decisiva de la temporada. Con la Champions en el retrovisor y el Clásico a la vuelta de la esquina, junto a la resolución copera ante el eterno rival, no parece que las sensaciones sean las mejores para un Barcelona que sufre. Veremos si Valverde consigue afinar la tecla y poner a sus jugadores en órbita en los momentos decisivos.
El Atlético recuperó la segunda plaza gracias al gol que marcó Griezzman en Vallecas y a una nueva victoria. No obstante, el partido de los colchoneros fue mediocre, sin crear apenas ocasiones. Pero en esta ocasión la suerte le fue esquiva al Rayo Vallecano, que dispuso de las mejores ocasiones pero unas veces la negación de Raúl de Tomás ante el gol y otras las paradas de Oblak evitaron que los vallecanos puntuaran. Fue una pena porque el Rayo lo mereció, pero aparecieron el francés y la suerte en el momento menos oportuno para dar tres puntos importantes a un Atlético que no obstante también deja muchas dudas antes de enfrentarse a la temible Juventus.
La parte baja de la tabla continúa igual, con el Celta rozando los puestos de descenso después de su nueva derrota en casa ante el Levante -que se escapa de la quema- y que deja a su entrenador, Cardoso, con un pie fuera del banquillo. Para empeorar la situación, Iago Aspas recayó de su lesión mientras calentaba y deberá permanecer otras dos semanas, al menos, de baja. La situación para los celestes se ha tornado en muy negra. Sobre todo porque el Villarreal ganó, con facilidad, a un Sevilla que fuera del Sánchez Pizjuán simplemente da pena. Chorro de aire fresco para los amarillos, que al menos se enganchan al campeonato porque las distancias se acortan.
En el lado contrario tenemos a la Real Sociedad, que desde la llegada de Imanol no conoce la derrota y además ha aprendido a ganar en Anoeta. En esta ocasión la víctima fue el Levante, que cayó con estruendo después de jugar una buena primera parte. Pero en la segunda la Real, con Oyarzábal enchufado, le pasó por encima y le endosó tres goles como tres soles que le catapultan a puestos muy cercanos a Europa.
Por otra parte, Éibar y Getafe empataron tras un buen partido que tuvieron en sus manos los madrileños pero que al final casi pierden ante la avalancha vasca. Resultado justo que deja satisfechos a ambos, que siguen sumando. Si no puedes ganar, al menos no pierdas. También tablas entre Valencia y Espanyol en un choque en el que los de Marcelino fueron superiores pero también incapaces de marcar un gol. Y empate final en Heliópolis, donde el Betis no consiguió derrotar a un buen Alavés, que vuelve a puestos europeos.
Esta noche cierran la jornada Huesca y Athletic, con una oportunidad de oro para acercarse a la salvación para los oscenses si son capaces de ganar a un conjunto vasco mejorado en las últimas semanas.