Este domingo el Atlético Baleares vuelve a jugar en Son Malferit con el claro objetivo de encadenar su novena victoria consecutiva en casa. En frente tendrá al Castellón, un rival «plagado de buenos jugadores», por lo que Manix Mandiola no se fía. «Han fichado y quieren salir de allí abajo, empataron con el Barça y equipo malo no es. Nos van a dar guerra pero sabemos a lo que jugamos. El Hércules era el mejor visitante y le ganamos», indica el entrenador vasco. Mandiola, además, pone una nota muy positiva a la primera vuelta del campeonato y reconoce que hubiera firmado terminarla tal y como lo han hecho: «Los números que tenemos son muy buenos. Ahora toca mantenerse en esta línea, de lo hecho estamos orgullosos porque nos ha traído hasta aquí pero para llegar a buen puerto debemos seguir en esta dinámica«.
Durante la semana, Manix Mandiola ha podido tener a Rubén Miño de prueba. El exportero del RCD Mallorca sabrá la semana que viene si se queda en la entidad balear o no. Lo que Mandiola tiene claro es que la trayectoria de Miño le abala como un gran portero: «Todavía no se ha decidido nada. Toca valorar que no ha competido en dos años pero se ve por qué ha estado en equipos buenos y es un portero de categoría. Su trayectoria en equipos de Segunda es por algo y de la lesión está curado, así que es un portero válido». «Solo lleva tres días y a un portero no se le conoce solo entrenando, tiene otras facetas que se demuestran en partidos: personalidad, cómo influye en la defensa y venga el que venga será una apuesta», comenta el míster blanzquiazul.
Sobre cómo ve a su vestuario y las posibilidades de recurrir al mercado de invierno, Mandiola reconoce que tiene una plantilla corta: «Si viene alguien hará mejor a los demás, porque hay partes del campo sin recambios y hemos tenido suerte que las lesiones y las tarjetas han sido escalonadas». «Para subir o ganar una liga nos faltan cosas, pero somos un equipo hecho y entero y para mejorarlo tiene que venir alguien que marque la diferencia», añade.