Uno se cansa de escuchar que este equipo no está diseñado para ascender, que en esta temporada el objetivo es la permanencia y que el ascenso ya vendrá el año que viene… Como si fuésemos capaces de conocer el Mallorca del futuro y su dinámica, cuando en realidad lo único de lo que tenemos constancia es del ahora y poco más. Pura lógica, señores. Conformismo y pura lógica. Una actitud que al final nos lleva a defender situaciones indefendibles, como la vivida frente al Almería.

No debemos confundir un mal día con desgana y falta de actitud, porque cuando el equipo pierde dejándolo todo en el campo se le aplaude —véase frente al Málaga—, pero cuando el grupo pierde dando pena, se le critica y punto. Dejémonos de escudar en que no estamos hechos para subir cuando se habla de oportunidad perdida, porque tampoco estaba diseñado el Leicester City para ganar la Premier League, o Luka Modric para ser Balón de Oro… y mira por dónde.

Sí es cierto que el presupuesto del que cuenta el RCD Mallorca (6,9 millones) difiere bastante de equipos como Málaga (25,2), Las Palmas (19,2), Deportivo de La Coruña (18,5), o incluso el Osasuna (11,1) pero, ¿acaso importaron esos números en el terreno de juego? Frente al Málaga se perdió de aquella manera, ante Las Palmas empatamos remontando dos goles en contra, al Osasuna se le ganó en la primera jornada, y frente al Deportivo este fin de semana lo resumiremos fácil: Lago Junior.

Los bermellones celebran el gol de Lago Junior frente al Deportivo de La Coruña (Fuente: LaLiga)

Pero no malinterpreteis lo leído hasta ahora, el Mallorca no está obligado a ascender o acabar el año en puestos de playoff. Ni mucho menos. Pero sí a luchar, porque ya ha demostrado que tiene nivel para ello sin importar diseños. Y aunque no sea el objetivo marcado a priori, si se tiene una bala —como es el caso—, ¿por qué no intentarlo? Mañana tal vez no dispongamos de ella.