En el vestuario del Palma Futsal hay dos argentinos. Nico Sarmiento y Mati Rosa. El primero es de River Plate; el segundo, de Boca Juniors. Ambos están viviendo avergonzados los altercados de la final de la Copa Libertadores. «Era una oportunidad porque los ojos del mundo estaban mirando a Argentina y dimos una muestra de lo que somos como sociedad, indistintamente de que fueran cien, doscientas o trescientas personas sobre las setenta mil que fueron a la cancha, que es un porcentaje muy bajo, pero el problema no es solo eso, hay instituciones corrompidas, mafias dentro del fútbol y que son quiénes manejan todo, ahí es donde está el problema«, explica Sarmiento. También reconoce sentirse avergonzado como aficionado de River.
Mati Rosa, por su parte, explica que no es que sea muy fanático del fútbol y de Boca pero reconoce que da pena y vergüenza ver lo que pasó el pasado fin de semana: «No podemos pensar que Argentina es así, son cien o doscientas personas que generaron eso, también había familias con niños, gente que quería disfrutar del partido de verdad y por esas cien personas se vio esa imagen de Argentina porque el partido estaba en ojos de todo el mundo. Sé que la mayoría de la gente no forma parte de eso. Esperemos que no vuelva a suceder y que se tomen las medidas que se tengan que tomar con esa gente y que se pueda disfrutar de estos partidos«.