A cada entrenador, a principio de temporada, se le entrega una caja con las piezas necesarias para construir un equipo que cumpla objetivos, sea competitivo y, si puede ser, juegue bonito. No es fácil, pero directivos y afición lo piden, y te lo dejan en la cubierta; una imagen a modo de guía. De ahí en adelante, míster y jugadores serán los encargados de dibujar el paisaje.

En ese sentido, Vicente Moreno llevaba algunas semanas intentando cuadrar el puzzle, pero se le resistía. Y es que algunas piezas pueden acabar encajando, aunque ese no sea su lugar, y así asemejarse a lo que uno quiere. Es el caso de Dani Rodríguez en banda, o de Lago Junior de delantero centro; no desentonan, pero no es su hábitat natural, y se nota.

El motivo de ese vaivén de posiciones tiene nombre, y se llama Abdón Prats. Cada vez que ha faltado el de Artà, el preparador valenciano ha optado por reubicar a Lago arriba antes que dar entrada a alguno de sus otros delanteros desde el inicio. Perdiendo así la profundidad del costamarfileño en banda, y relegando a Dani a un papel más que secundario.

Àlex López completa el puzzle
Àlex López abrió el marcador ante el Córdoba (Fuente: LaLiga)

Por eso resulta extraño que, teniendo a Àlex López en el banquillo, se prefieran reinventar demarcaciones, cuando en realidad se podría seguir jugando igual; pieza por pieza. De ese modo, los bandas podrían jugar de banda, los medias puntas podrían jugar de media punta, y el equipo no tendría que ‘renunciar’ a segundas partes como la del domingo frente al Córdoba.

Esperemos que la confianza de Vicente Moreno en el ‘10’ vaya en aumento, porque no hay que olvidar lo que aportó el año pasado, siendo clave en el ascenso, y lo que está haciendo en esta campaña sin apenas oportunidades: 3 goles en 213 minutos, los mismos que Abdón, solo que este último ha jugado 578 minutos más.