El Real Mallorca está firmando uno de los mejores inicios de Liga de los últimos años. El equipo de Vicente Moreno se ha posicionado como uno de los equipos -se podría decir casi sin tapujos- revelaciones en lo que llevamos de temporada. Con una idea clara de juego y siempre compitiendo en cada partido, el equipo bermellón está sexto con catorce puntos. Esa gran cantidad de puntos y victorias, en las otras temporadas en Segunda División -vamos a dejar de lado el año pasado en Segunda B- tardaron bastante más en llegar. Cuatro victorias, dos empates y dos derrotas, unos números que alaban el gran trabajo que están haciendo tanto jugadores como cuerpo técnico.
Tras ocho jornadas, en las últimas temporadas en Segunda, el Mallorca siempre había estado en posiciones de descenso -exceptuando la primera temporada, con Oltra al frente-. Para poder contextualizar y poder valorar realmente lo que el Mallorca está consiguiendo vale la pena echar la vista atrás. Ni Karpin, ni ‘Chapi’ Ferrer ni Fernando Vázquez. En sus respectivas temporadas y tras los primeros ocho partidos de Liga el Mallorca se encontraba siempre en los puestos de descenso. Sólo la primera temporada en Segunda -la 2014/15- con Oltra como entrenador y la actual con Vicente Moreno, el Mallorca se encuentra fuera de dichas posiciones.
El Mallorca nunca había estado en puestos de play-off, hasta esta temporada. El dato más relevante de la historia reciente del Mallorca. El objetivo siempre fue, en antaño, conseguir ascender a Primera División. Pero con dicho objetivo entre ceja y ceja, los bermellones nunca pisaron, ni siquiera, un puesto de play-off. Este año, sin embargo, el equipo de Vicente Moreno sí se encuentra entre los puestos altos de la clasificación. Justamente cuando el objetivo, siendo realistas, no es otro que conseguir la permanencia cuanto antes -por fin un poco de sentido común-.
Primera temporada que el Mallorca marca más que encaja. Una de las facetas más preocupantes del Mallorca en los últimos años era la pasividad defensiva. Los bermellones encajaban muchos goles (¡en la 15/16 se encajaron 19 goles en ocho partidos!) y, aunque también anotasen bastante, la cifra de goles en contra siempre era mayor. Este año no es así. La seriedad defensiva con la que se consiguió volver al fútbol profesional se mantiene esta temporada. Antonio Raíllo ha madurado bastante -aunque aún le falta un pelín de sentido común en algunas acciones, sobre todo cuando se juega la expulsión-, y tener a Xisco Campos y Martin Valjent al lado da al Mallorca una seguridad defensiva inaudita hasta la fecha. Aún quedan más de treinta partidos, sí; pero la evolución de este Mallorca respecto a lo visto anteriormente ayuda a ver con más optimismo el día a día del equipo bermellón.