Todo está a punto para que la novena jornada de campeonato liguero en Segunda División eche a rodar y, este fin de semana, los ojos del público más exigente están en Andalucía, más concretamente en Granada. En la ciudad nazarí se va a disputar el mejor partido (o uno de ellos) que se pueda ver en estos tres frenéticos días de competición: el Granada CF de Diego Martínez recibe al Real Mallorca de Vicente Moreno en Los Cármenes.
Un equipo grande en un escenario histórico. A todo eso y más se va a enfrentar el conjunto bermellón el próximo domingo. Y escribimos más porque el conjunto blanquirojo es algo más que historia de nuestro fútbol: es presente. La escuadra andaluza es segunda en la clasificación de la Liga 123 y eso no está conectado con casualidad alguna. En la competición de la irregularidad no existen las cadualidades. ¿La receta? Una pila de jugadores con calidad, un juego efectivo y aplastante y un entrenador con un objetivo entre ceja y ceja.
Un 4-4-2 o 4-2-3-1 con jugadores de la talla de Álvaro Vadillo, Antonio Puertas o Adrián Ramos en ataque. Más los Fede, Montoro y compañía en la retaguardia. Un equipo con calidad, buen fútbol y al que se le caen los goles. Con 16 goles, el conjunto del sur de la Península es el que más goles anota y uno de los que menos goles encaja, junto a otros equipos de la zona noble de la categoría.
Por su parte, en los bermellones quizás lo más destacable en clave previa sea la vuelta de Carlos Castro a la convocatoria. El ariete asturiano llevaba unas semanas apartado de la lista, pero Vicente Moreno ha decidido incorporarlo para el importantísimo duelo del domingo por la noche. Por lo demás, nada reseñable más allá de la entrada de Antonio Raíllo, que fue duda hasta el último minuto. El equipo de la isla tendrá que cuajar un gran encuentro si no se quiere ir de vacío de un estadio del que, de momento, todos los equipos han salido derrotados. Porque, a día de hoy, Granada tiene un color y un fútbol especial.