Vivir en borrachera de victorias y nadar en piscinas de tres puntos; maravilloso e irreal. El Mallorca vuelve a su feudo más querido fuera de la isla. Elche, Martínez Valero y Mallorca forman el triángulo infalible para sacar una sonrisa a la legión bermellona. Desde arriba (pero nunca por encima del hombro) espera el Mallorca a sus rivales y se postula en este arranque como uno de los rivales a batir, pues es quién está poniendo su piel más cara. Oferta y demanda: el esfuerzo titánico de absolutamente todos, cuerpo técnico, jugadores y afición, no puede valer menos.
El equipo presidido por Nino (al menos espiritualmente) arranca la jornada una posición por encima del fatídico descenso a las catacumbas, de donde volvieron el año pasado junto al Mallorca. Tiene una preocupante falta de gol, con el de Sory Kaba a Osasuna como la única muesta en el revólver, y no ha sido capaz de ganar un solo partido. Dos empates y dos derrotas son el camino recorrido por los ilicitanos, que cuentan con una plantilla limitada en varios aspectos. No obstante, consiguieron la cesión de Francis Uzoho, portero titular de nigeria en la pasada Copa del Mundo.
Con la semana copera acabada, satisfactoria para ambos, los onces volverán a estar poblados por los más habituales. Salva Sevilla, Carlos Castro o Pedraza volverán, a buen seguro, a ser de la partida. Pero, ¿mantendrá Moreno a Dani Rodríguez en el centro, apostando por alinear a tres centrocampistas? Elche, donde fuimos los mejores, dictará y despejará dudas.