CD Lugo | S29, 16:00 | RCD Mallorca |
Anxo Carro | LaLiga123 TV | ||
Árbitro: Ávalos Barrera, Rubén (Comité Catalán) |
A tiro de piedra del cauce del Miño, yergue un desierto. La húmedad del gallego río no es suficiente para hidratar un rectángulo que parece maldito, muerto. Crece césped, dicen los lucenses, y lo ven como un oasis en el que refrescarse. Solo tierra, arena y desierto, dicen ver el resto de mortales. El Lugo ha hecho de su pequeño y coqueto estadio una fortaleza militar, una base fronteriza inexpugnable para todo extranjero que ose acercarse. El Mallorca ha sido incapaz de ganar en sus cuatro últimas visitas oficiales. Hubo que bajar al infierno para que el Anxo Carro bajase la guardia y asaltarlo en una visita veraniega comandada por Pol Roigé. Lo que pasa en verano, se queda en verano.
Desde arriba pero no por encima del hombro mira el Mallorca al Lugo. Tres puntos les separan y dinámicas dispares les acompañan. Los bermellones encadenan dos partidos sin ganar, entrando dentro de la normalidad, pero siendo apeado apor el Albacete. Además, cuentan con las bajas de Xisco y Raíllo, quienes forzarán la novedad Valjent-Russo. Mientrás tanto, en tierras mañas, el Lugo y Carlos Pita solicitaban ser objeto de todas las miradas. Una victoria de categoría en uno de los estadios más complejos de la categoría (preguntenle a los más de 27.000 socios zaragocistas) insufló a los chicos de Javi López una bocanada de esperanza y confianza que será difícil arrebatarles.
Partiendo de un 4-4-2 clásico, sin remaches ni decoraciones, Javi López plantea todo su fútbol. Un equipo hecho a su tierra, a sus gentes. Rígido y trabajador, el Lugo explota sus cualidades en casa y trata de sobrevivir cuando actua como forastero. Como material explosivo e innovador, el entrenador lucense propuso un 4-3-3 en Zaragoza. Que les vino de perlas es una obviedad. Pita y Seoane se vieron mucho más respaldados con la entrada de Aburjania en el medio y Cristian Herrera no vió afectado su rendimiento al desplazarse a banda. Dongou, con todo lo que pudo ser y no fue, tiene todos los números para volver a ser de la partida e intentar prolongar su racha goleadora. En la retaguardia, cuentan con una pareja curiosa: mientras los directores deportivos se parten los cuernos por encontrar centrales zurdos, Javi López tiene la suerte (o desgracia) de contar con dos en su once. A su favor juega el buen dominio de Vieira de ambas piernas, lo que hace que no sufra en exceso cuando cambie la lateralidad. Leuko y Kravets, el primero desde la potencia y el segundo desde la finura de su zurda, son dos activos importantes en ataque. Como último hombre, Juan Carlos suma más partidos en la junta de sus dedos de los que muchos jamás llegarán a imaginar. La experiencia de un portero, en segunda, es más que un grado: es una necesidad imperiosa.
Buen abonó deberá sembrar Vicente Moreno para que broten sus flores en el desierto lucense. Muchas pierdas en el camino tendrá que colocar Javi López para entorpecer a un equipo que, si algo no le falta, es empuje, coraje y voluntad.