Sólo han pasado dos jornadas pero el Real Madrid y el Barcelona ya están en cabeza. Atención también al recién ascendido Huesca, capaz de igualar en San Mamés un encuentro perdido.
Con muchos apuros se impuso el actual campeón a un recién ascendido como el Valladolid. Un gol de Dembelé fue suficiente para sumar tres puntos en un campo complicado e infame cuyo césped era un patatal. No me extraña que LaLiga haya abierto un expediente informativo al club castellano porque una competición como la española que quiere crecer, que vende su producto al resto del mundo, no puede permitirse el lujo de presentar escenarios tan deplorables como el que todos contemplamos el sábado en el Nuevo Zorrilla. Incluso, el presidente local ha reconocido su culpa porque sabe que han hecho las cosas muy mal. No obstante, hay que comentar que no parece razonable que se cambie el césped sólo cuatro o cinco días antes de disputarse un encuentro. No es de recibo, pero tampoco es lógico. Sin ser un profesional de la materia todos sabemos que para que un terreno de juego nuevo adquiera firmeza y asiente en el suelo al menos son necesarios diez días. Por tanto, era y ha sido una pésima idea cambiar el césped la misma semana. Menos mal que no hubo lesionados, pero los resbalones, los malos botes y los levantamientos de los tepes fueron continuos. LaLiga deberá poner más atención en estos asuntos que ensombrecen la competición española.
Además, el protagonista fue el VAR, si, el sistema de asistencia al arbitraje. Porque el Valladolid vio cómo se le anulaba el gol del empate, obtenido en el descuento por mediación de Keko, por fuera de juego de su autor. Por pocos centímetros, pero existía la ilegalidad. Antes, el gol de Dembelé sí pudo subir al marcador porque como demostró el ya famoso VAR el balón no había salido de fondo cuando Sergi Roberto cabeceó hacia el francés. En definitiva, que el sistema de ayuda al arbitraje ha llegado para quedarse y esta vez acertó.
Pero el trabajo del VAR no se quedó en Valladolid. En el Espanyol-Valencia el primer tanto perico llegó también gracias a la tecnología ya que el balón había traspasado la línea de gol de Neto tras un lanzamiento de falta magistral de Granero. Los de Rubi se fueron arriba y el Valencia desapareció, dejando una mala impresión que le aleja de la primera plaza. El Atlético también ganó, por la mínima, a un Rayo que hizo méritos para llevarse al menos un punto. Los de Simeone ofrecieron una mala imagen y sólo respiraron gracias, una vez más, a un de Griezzman. Victoria también fácil del Getafe ante un Éibar que aún no se ha encontrado y del Celta frente al Levante, que no pudo cumplir sus buenos pronósticos de la primera jornada.
El nuevo líder es el Real Madrid, que goleó a un Girona que comenzó por delante pero que cometió dos penaltis infantiles -sobre todo el segundo- que no desaprovecharon los blancos. Después llegaría la goleada, con más espacios para Bale y sus carreras. Lopetegui mantuvo a Keylor Navas, veremos hasta cuándo, y Asensio realizó un buen encuentro, dejando incluso a Modric en el banquillo. parece que los blancos han mejorado.
Hubo reparto de puntos entre Leganés y Real Sociedad; Alavés y Betis; Sevilla y Villarreal y, en el último choque, Athletic-Huesca, un equipo oscense que supo sufrir y al final sorprendió. La igualdad preside estas primeras jornadas.