RCD Mallorca D3 12:00H Rayo Majadahonda
Son Moix|IB3 TV
Árbitro: Julio Fermín Ollo

El Mallorca redactó el guión de subida a la primera para volver dónde se despeñó a la categoría de guerra de guerrillas, de cavar a pico y pala el camino antes del pistoletazo de salida y, por supuesto la clave: poder conformar un equipo competitivo a base del músculo americano. Después, en la línea de actos bien consumados, se llegó una vez más a Anduva pero totalmente reinventado. Ascenso prácticamente atado, aunque esto no disminuyó la euforia de una masa que ha paladeado a cuenta gotas celebraciones bermellonas. Ahora, ya en tierra firme plateada, se podría imaginar un ascenso a imagen y semejanza del próximo rival, el Rayo Majadahonda. Un conjunto que, hasta ayer, se preparaba los partidos de cada domingo entrenando por las tardes, ya que algunos compaginaban el fútbol con otro trabajo o con los estudios.

Pocos goles en propia habían otorgado un ascenso de explosión histórica en el Cerro del Espino (instalaciones del Atlético de Madrid), hasta el trascendental partido ante el Cartagena en el campo en el que competía, y quiere competir en Segunda, el Rayo Majadahonda. Tendrá que acondicionarse a la normativa de la LFP aumentando el aforo. Y, indudablemente, también incrementarán sus socios. Esta temporada han contado con unos 280 que, en el minuto 96, detonaron una alegría histórica.

Uno de los culpables de esta senda empinadamente ascendente es el técnico majariego. «Felicidades, sois equipo de la Liga 123», le congratulaba el periodista Víctor Cervantes en zona mixta justo acabar el partido de los partidos. «Todavía no lo hemos encajado, pero debe ser la ostia», espetaba Antonio Iriondo que ya estuvo en el banquillo en 1997 cuando hizo debutar al Majadahonda en Segunda B y ahora, tras seis años consecutivos en el cargo, ha podido y sabido llevar al equipo madrileño de Tercera División a Segunda División. Una locura futbolística. Antonio, además, es conocido en el club como el «Cruyff» del Rayo. Todo viene por su formación del equipo en el terreno de juego. Un sistema 3-4-3 sumado a un futbol llamativo y esa presión alta que conforman un estilo ofensivo entre juventud y veteranía.

Un club oriundo de Tercera Divisón, disputando un total de 25 campañas en dicha categoría y tan solo cinco en Segunda B. Es la antítesis de su rival mañana. Los de Vicente Moreno, este con contrato hasta 2020, aterrizaron, justo hace un año, con la chola hacia abajo porque haber estado dónde se ha pastado era casi una deshonra para un club centenario y que llevaba 36 años sin bajar al patíbulo. Pero situación cosida y arreglada favorablemente. En el costado mallorquín ya se está pensando en la temporada que viene. Es más, todas las cuestiones en la rueda de prensa previa al partido de Vicente Moreno iban en esa dirección. El mensaje del de Massanassa fue al unísono: «la temporada que viene será difícil». Y todo por un límite salarial que no irá de la mano del conjunto mallorquín y que, al contrario de esta temporada, se colocarán en el vagón de cola en cuanto a presupuesto. Igualmente, podrá ser una de las grandes bazas positivas. Amortiguar la toma de Segunda con un discurso humilde equivalente al presupuesto. Que se lo digan al Huesca.

Interesante explicación de Antonio Iriondo en Onda Madrid tras el ascenso histórico del club: