Michael Kirkham invirtió un par de años en fotografiar arcos que, con el tiempo en marcha, refuerza el calificativo de símbolo que el de herramienta útil y servible. La pena que sean probablemente más piezas de cultura en los tiempos que corren, abandonadas muchas por la sustitución de no pisar ya la calle, de guardarse en casa y no volver a oler asfalto variable, césped de hierbajos y el cuero del esférico rodando. Michael no tiene, o tenía, vehículo que le llevara directo a ellas para capturarlas al instante. Él solía coger el bus, cosa que antes de llegar a su destino sus ojos comían los alrededores para disparar después la cámara con el apartado de contexto lleno.
Eran prácticamente uña y carne la relación de las porterías unido a barrios de la working-class. Kirkham fotografió tanto lugares de su ciudad natal, Liverpool, como otras localidades del Reino Unido: Bradford, Leeds, Salford, Hull, Birmingham o Londres. Todas las porterías iguales y diferentes. Este oxímoron completo no es más que la variedad de cada una de ellas pero siguiendo al final la misma finalidad rectangular. Muchos chavales, porque debieron ser niños en su mayoría, convalidaron la originalidad junto a la arquitectura. Una mente trabajadora por el afán de una cosa: el poder jugar a futbol.
Las Urban Goals, nombre que Michael Kirkham acuñó a este proyecto fotográfico, son además huellas. Las pisadas, la mayoría, de juniors que dedicaban horas y horas al juego del balón, además de ser radiografías del barrio obrero. La portería contiene la fuerza para describir las desigualdades y de una generación de jóvenes perdida, aspectos que el fotógrafo inglés remarca en sus piezas artísticas. Y estas han podido despertar muchos recuerdos. Un señor mayor de Liverpool que reside en Australia envió una instantánea de cuarenta y cinco años atrás a Michael de él jugando con sus hermanos en una portería registrada en el proyecto Urban Goals. Igualmente la ilusión que se forjaba en ese espacio de calle era, en palabras de Kirkham, como «un traslado a un tiempo en el que ser el próximo Robbie Fowler o jugar en Wembley era una posibilidad distinta». La portería es faro del gol. Gol bermellón que podrá desbloquear la gran partida. Empezará con vidas y absolutamente todo el futuro pasará por seguir una pantalla más, dejando el playoff atrás.
Urban Goals fue expuesto en Liverpool Central Library el abril de 2017 como parte del programa marginal Look17 International Photography Festival. A Michael Kirkham le gustaría llevar su proyecto más allá de las fronteras británicas.
Cities that have surprised me by being seemingly empty of #UrbanGoals. #Bolton #Grimsby #Newcastle
Anyone from any of these places care to share any with me?! pic.twitter.com/Q9AIPpFGO7
— Urban Goals (@UrbanGoals) March 29, 2018
#UrbanGoals. Rusholme, Manchester.https://t.co/hFHuCXAYTJ pic.twitter.com/1FUKqaFlRa
— Urban Goals (@UrbanGoals) March 26, 2018
Foto Portada: Retrato de lo que queda de una portería estampada en una pared del barrio de Wavertree (Liverpool).