El Real Mallorca visitará este domingo un estadio muy recordado para los aficionados bermellones. Un campo donde hace aproximadamente un año el Mallorca consumó su descenso a la división de bronce del fútbol español. Tras una temporada en la prenumbra y cuajando una grandísima temporada, además del buen resultado del partido de ida en Son Moix, el equipo bermellón llega a Anduva para cerrar el círculo y conseguir el ansiado ascendo.
Dejando a un lado la problemática que ha surgido entre los clubs por el tema de la reventa y la prohibición por parte del CD Mirandés de que la afición bermellones que no esté en la grada visitante no puede llevar ningún símbolo del Mallorca, unos 500 mallorquinistas estarán por Miranda de Ebro. Viaje complejo, sobre todo si sales de la isla, pero ya hay gente que sin entrada ha confirmado que viaja para ayudar en la medida de lo posible al equipo bermellón.
El resultado de ida, una baza a favor del Mallorca. El 3-1 que se cuajó en Son Moix tiene que servir para salir al partido con una mínima tranquilidad. Aun así, el Mallorca debe tener mucho cuidado con el gol encajado. El valor doble de los goles marcados fuera de casa es un factor a tener muy en cuenta, ya que con un 2-0 el Mallorca diría adiós al ascenso. Sin embargo, lo raro sería que este domingo el conjunto de Vicente Moreno no anotase un gol en Anduva.
El Mallorca está muy cerca de volver a Segunda y, pase lo que pase, la afición bermellona estará orgullosa de su equipo.