El Atlético Baleares de Manix Mandiola afronta este fin de semana la trigesimocuarta jornada de campeonato en el Grupo III de la Segunda División B. Otra pruena de fuego no apta para cardíacos, esta vez ante el Ontinyent de Vicente Parras, un equipo que está haciendo una temporada seria y que tiene todavía alguna que otra opción de disputar los puestos de play-off de ascenso a la Segunda División.

Más de un mes y medio sin perder y sin encajar un sólo gol. Así llega el Atlético Baleares a la finalísima de este domingo a Son Malferit. El técnico vasco parece haber lavado la cara por completo al equipo y la pésima dinámica ya es,o parece, ser historia. Pero aún le queda mucho que remar a los de la autopista. A unas dos victorias de los puestos de salvación, el conjunto balear tiene cinco partidos para que la vuelta a la tortilla sea completa. Ontinyent, Llagostera, Alcoyano, Cornellà y Ebro. El milagro es posible y en el club están totalmente mentalizados de ello.

Y la primera final es el domingo. Ante el Ontinyent, equipo peligroso ante el que los de Mandiola deberán cuajar una gran actuación para doblegarlo. Situado en la octava posición, el la temporada del conjunto valenciano ha ido ligeramente de más a menos. Y, pese a tener opciones matemáticas de jugar los play-off de ascenso, parece que la temporada de los de Parras se quedara en una más, sin pena no gloria, en la zona tranquila de la clasificación. Aún así, estamos hablando de un conjunto que, a priori, es muy superior al Atlético Baleares, tanto en fútbol como en idea de juego.

Una seria actuación es la que deberán hacer los de Son Malferit para ganar a los azulones valencianos, que seguro que saldrán a morder desde el primer minuto. Con la afición entregada al objetivo de la salvación, se espera otro lleno absoluto en el feudo balearico. Toca disfrutar de otro partido para la esperanza blanquiazul. Toca disfrutar de otra semana más para creer.