Leopoldo Pisanello es un romano depresivo de una vida analógica. La rutina diaria le amarga con su puesto de trabajo repleto de los tópicos de un oficinista timorato de la indiferencia general que recae sobre su persona. Sin embargo un día, mientras llega encorbatado maletín en mano de vuelta a su casa dónde le esperan su mujer y sus hijos repletos estos de los estándares familiares, se convierte en el hombre del momento en Italia. De la noche a la mañana los paparazzi colman la vida de sopor de Leopoldo. Es una viralización, es la sensación del momento. Y él, perplejo, el agobio le puede. Es unos de los personajes de A Roma con Amor (2012). Una película que, viendo la primera escena, no importa decir que es de Woody Allen. Lo caótico y estrambótico ocupan punto central del filme. Construyendo, de manera instantánea, viene la canción. La banda sonora del Leopoldo Pisarello exitoso, que él no llega a asimilar su propio personaje. No sabe filtrar mentalmente el que salga en todas las televisiones al ser preguntado tras salir de su portal por cómo ve él el día que hace, que le parece un día cualquiera. Tiene hasta chófer privado, los ascienden, por supuesto, al primer puesto de su empresa neoliberal y es un George Clooney para las mujeres.

A Leopoldo, y también de la noche a la mañana, le convierten otra vez en calabaza. Es cuando reacciona y comienza una desesperación que contagia todo su cuerpo reclamando el otro Leopoldo, el personaje famoso que nunca pudo considerar porque el boom fue la hostia. Woody Allen lo coloca en el extremo y hace que su protagonista recorra Roma gritando que él es «¡Leopoldo Pisanello!». Todo vuelve a ser igual. Vicente Moreno (no es personaje del filme) es el director de la película Al playoff con amor (2018). Y a día de hoy el conjunto bermellón parece ser la segunda etapa de la caída libre de Pisanello. Tres puntos de los últimos dieciocho radiografían el bache. Al Mallorca, no hace mucho, salía por la prensa nacional y se le comparaba con imbatibles de las grandes ligas de Europa. Pero lo aterrizó la realidad, ya que el camino de la perfección absoluta nunca ha existido ni existirá. No obstante, el Mallorca sigue sin reconocerse en el fracaso como Leopoldo lo sufría en la celebridad.

Los de Vicente Moreno estrenarán en las salas en junio Al playoff con amor (2018). Críticas habrá como siempre, en aspectos de composición, estructura y puesta en escena de los jugadores. La cosa es que, de todas formas, estará en el playoff que es al futbol lo que al cine son la subvenciones para arrancar un largometraje ilusionante. El final de la película del director Moreno termina con un final fuerte. No se puede contar, sería un spoiler de esos. Eso sí, Leopoldo Pisanello no sale.

PD: Leopoldo Pisanello, en su momento más álgido, es el George Clooney romano. Vive en la coyuntura de la incredulidad.