Se avecinan curvas para el RCD Mallorca. El calendario a corto plazo del conjunto bermellón no es el mejor para terminar la temporada y, menos aún, si estás en una racha de resutados negativos donde no ganas desde hace cuatro jornadas. Los últimos ocho partidos se antojan claves para que el Mallorca pueda sellar el play-off y el primer puesto del grupo. Un primer puesto que tiene un nuevo perseguidor. El Elche se ha colocado segundo a ocho puntos del conjunto balear. Unos de estos últimos partidos es, precisamente, contra el equipo ilicitano.
Ocho jornadas. Cinco partidos fuera, cuatro en Son Moix. Este último tramo de temporada para el Mallorca es complicado por los nombres propios de los rivales a los que el equipo bermellón se va a enfrentar. No es que el resto de rivales sean menos relevantes, pero en un margen de cuatro semanas el Mallorca va a jugar en casa del Hércules, Valencia Mestalla y Elche. Tras los dos primeros enfrentamientos, los baleares reciben a un Lleida que se juega el play-off de ascenso en Son Moix. Es por ello que recuperar el alto nivel y dar un puñetazo en la mesa es clave para encarar el play-off con la máxima confianza posible.
Cuatro partidos sin ganar y a ocho puntos del segundo. La parte más positiva para el Mallorca es que no es el único equipo que está pasando un mal momento. Prueba de ello es la distancia que hay con el Elche, el nuevo perseguidor de los bermellones. Un total de ocho puntos. Una distancia que si tanto el Elche como el Villarreal B hubieran aprovechado los tropiezos del Mallorca sería mucho más corta. Esta parte positiva es la que tiene que aprovechar el conjunto balear para sellar, en las próximas jornadas, el primer puesto y, sobre todo, dejar atrás las malas sensaciones.
La confianza de la priemera vuelta. El Mallorca, ante los tres rivales de más nombre en esta última parte del campeonado como son Hércules, Valencia Mestalla y Elche, en la primera vuelta no perdió contra ninguno de ellos. Empate ante el Hércules y victoria ante los otros dos. Todo en Son Moix. Ese nivel dado en partidos clave y ante rivales importantes tiene que volver. Empatar ante Villarreal B y Formentera debe ser como un último aviso de lo complicado que es la categoría y que recuperar las buenas sensaciones debe ser clave para terminar en primera posicón y encarar el play-off con confianza.