Los bermellones no han cuajado un buen partido. Empate a uno ante un Formentera que se ha merecido más de un punto. Las imprecisiones, la poca contundencia defensiva y la poca creación en la faceta ofensiva ha provocado una sensación de vulnerabilidad. El Mallorca suma su cuarta jornada seguida sin ganar pero mantiene una considerable distancia con sus perseguidores.
A los ocho minutos ya se movió el marcador. El partido empezó igualado en cuanto a la posesión, pero las ocasiones más claras siempre fueron del Formentera. En una de las primeras llegadas los visitantes ya se adelantaban en el marcador, gracias a un gran gol de Gabri. Además, ya en la segunda parte, se le anularon dos goles al conjunto de Juan Arsenal. Goles que, al menos el primero de ellos, era legal.
El Mallorca combinaba bien, pero la defensa del Formentera no permitía un cómodo ataque para los bermellones. Un ataque que se basaba en balones largos y centros para que Abdón y Álex López se buscarán la vida. Lago Junior y James -el primero volvía a la titularidad y el segundo revolucionó el partido en la segunda parte- fueron de lo más destacable.
En los minutos finales, un Mallorca volcado igualó el partido. Tras una gran cantidad de córners botados durante todo el partido, en el último llegó el gol. Quizá la presencia de Manolo Reina en ese preciso córner ayudó a Joan Sastre a anotar el empate a uno. Tras la derrota del Villarreal B, los bermellones aumentan la distancia a nueve puntos. Pero estar cuatro jornadas sin ganar no ayuda a la afición a pensar con optimismo en el futuro a corto plazo.