Nada cambia. Ganaron los primeros y perdieron los últimos. LaLiga no da margen para sorpresas.
Volvió a la senda de la victoria el Barcelona, cumpliendo tras un choque complicado en Ipurúa y manteniendo las distancias. Lo más importante. Fue un test exigente antes de enfrentarse al Chelsea en Champions que dejó lecturas interesantes. Por ejemplo, Messi está enchufado. Se movió entre líneas y fue un dolor de cabeza con sus remates y sus pases para toda la defensa vasca. También Luis Suárez. Mejoró anteriores actuaciones y marcó un gran gol. Busquets continúa a un nivel superlativo y Piqué se ha hecho el dueño de la defensa, permitiendo las subidas de Alba por la izquierda. Un buen Barcelona que, no obstante, sufrió durante el primer cuarto de hora el empuje eibartarra, que generó distintas ocasiones de gol peligrosas que no pudieron terminar en gol. El Éibar demostró un nivel muy alto, con mucha intensidad en su juego y una presión alta, pero no fue suficiente para noquear al líder.
El segundo, el Atlético, tampoco falló. Derrotó a un Athletic ultradefensivo que nunca puso en problemas la portería de Oblak, mero espectador toda la tarde. No fue un partido bueno pero los puntos, lo que vale, se quedaron en casa. Continúa así la buena racha de los colchoneros y la persecución del líder. También solventó su partido el Valencia en Málaga, pero de forma muy distinta. Fue siempre por detrás, sufriendo y sin realizar un buen juego. Todo lo contrario. Incluso al Málaga le anularon un gol que hubiera supuesto el 2-0 ya en la segunda mitad por una supuesta falta más que discutida. Pero en sólo cinco minutos fue capaz de voltear el tanteador y hundir al conjunto malagueño en el infierno. Guedes fue el hombre decisivo de los levantinos durante los noventa minutos, saliendo al rescate de los suyos cuando peor estaba la situación. La victoria le permite al Valencia seguir arriba y, como ya hemos señalado, casi certifica el descenso del Málaga en una temporada para olvidar. Otro que volvió a perder es Las Palmas, esta vez ante el Sevilla. Aunque al final pudo conseguir el empate (jugada anulada por presunto fuera de juego, que no era) el conjunto sevillano fue muy superior y pudo lograr un resultado mayor. Pero las ocasiones falladas también pasan factura y los de Montella caí lo pagan. Se mantiene el conjunto hispalense arriba, a la espera de algún pinchazo de sus rivales. Las Palmas, mientras, sigue en el pelotón de los torpes.
Mientras, el Real Madrid concluyó su ‘semana fantástica’ con una victoria sufrida y peleada en el Villamarin frente al Betis. Comenzaron bien los de Zidane pero cedieron y se durmieron para ver cómo un Betis enorme les hacía dos goles. Tras el descanso el Madrid se puso las pilas y en un abrir y cerrar de ojos marcó tres goles que sentenciaron el choque. Así que nada cambia porque sus rivales también ganaron.
Continuamos con el descenso porque perdieron los cuatro conjuntos que se juegan las tres plazas que nadie quiere. El Levante salió derrotado de Anoeta dando muestras de continuar en caída libre. Sólo ha ganado un encuentro en los últimos 18 y el puesto de su entrenador, Muñiz, pende de un hilo cada día más fino. Por el contrario, Eusebio respira, coge aire, después de una victoria balsámica. Finalmente, el Alavés de Abelardo dijo definitivamente adiós a la pelea por el descenso después de derrotar por la mínima a un rival directo como el Deportivo. En diez partidos el técnico asturiano ha sido capaz de sacar a su equipo de las catacumbas y darle un aire festivo que está dando muchas alegrías a sus aficionados. Por el contrario, la llegada de Seedorf al conjunto coruñés se salda con dos derrotas en dos encuentros. Queda tiempo pero el panorama es negro.
El viernes, en el primer encuentro de la jornada, el Girona solventó sin problemas su enfrentamiento con el Leganés y dejó claro que esta temporada es la auténtica revelación de LaLiga. Nunca tuvieron opciones los madrileños. Y ayer, empate justo entre Espanyol y Villarreal.