La vigesimotercera jornada de campeonato en el Grupo III de la Segunda División B llegó a Son Malferit en una fría y nublada mañana en Palma. El Atlético Baleares de Horacio Melgarejo y el Valencia Mestalla de Miguel Garau disputaron un encuentro donde los locales practicaron una de sus mejores actuaciones de la temporada. Aún así, el resultado final fue de empate (1-1) y los visitantes consiguieron llevarse un valioso e inmerecido punto del feudo blanquiazul.

El guión inicial fue el de casi siempre. El Atlético Baleares salió a controlar el partido desde el pitido inicial y encontró las primeras ocasiones en las botas de Kike López, que fue uno de los jugadores más activos de la primera media hora. El Valencia salió bien replegado y con opciones serias al contraataque. Y, tras sólo siete minutos de fútbol, uno de esos contragolpes lo culminó Jordi Sánchez a gol. El filial se adelantó y la pesadilla de otra no-victoria en casa empezó a sondear los cielos en Son Malferit. Hasta el descanso, el Atlético Baleares gozó de las mejores ocasiones. Canario, Fullana y Hugo Díaz jugaron un buen partido pero no estuvieron atinados de cara a gol. El descanso llegó con el inmerecido 0-1 en el electrónico.

La reacción de los de Melgarejo en el segundo acto no tardó en llegar. Antes de la hora de partido, el Baleares estaba jugando con un hombre más tras la expulsión de Morgado y logró empatar el partido gracias a un gran tanto conseguido por Hugo Díaz, tras un reverso y un gran disparo que batió a por bajo a Cristian. Todo apuntaba a que la gesta iba a ser total al terminar el partido, pero no pudo ser así. El Baleares no volvió a convertir ninguna de las múltiples ocasiones que sí tuvo. Lo intentó todo, agotó sustituciones, pero aún así, esta jornada fue otra más sin premio. Ni siquiera el heroico acto ya habitual de Vallori incorporándose como segundo punta tuvo éxito. El partido acabó en tablas.

Otra jornada más sin ganar para los de Melgarejo, que desde el pasado 22 de octubre sólo han conseguido ganar un partido. La crisis es total y no parcial, ya que los resultados de la mañana no han acompañado y, tanto el Olot como el Peralada, han sumado de tres ante rivales peligrosos. Ahora Lleida, un estadio realmente complicado donde los balearicos buscarán otra bocanada de aire fresco que les desate la soga del cuello.