Este primer fin de semana de enero vuelve la competición a la Segunda División B. El parón navideño ya es historia y un nuevo año cargado de ilusión y fútbol empieza para los veinte equipos del Grupo III. El Atlético Baleares de Horacio Melgarejo era uno de los equipos más interesados en dejar atrás un fatídico 2017 en el que los blanquiazules no han alcanzado los objetivos establecidos a priori. Un nuevo año empieza y los de Son Malferit encaran -o así debería ser- la segunda vuelta con hambre y ambición para cumplir con el deber de dejar atrás la zona caliente de la tabla e intentar pugnar con el resto por espacios nobles en los que poder soñar libremente. El tren arranca pronto.
La primera jornada liguera de este 2018 llevará al Atlético Baleares a la ciudad deportiva del Villarreal, para medirse al filial del conjunto amarillo, segundo clasificado y jugando el mejor fútbol de toda la categoría. Los balearicos ya sufrieron al equipo por aquel entonces dirigido por Javier Calleja y al que ahora lidera el andaluz Miguel Álvarez. El filial del submarino amarillo asaltó Son Malferit en lo que fue la primera jornada de liga. Los amarillos jugaron un gran partido de fútbol donde Roger, Imanol, Raba, Leo Suárez, Dalmau y compañía brillaron con luz propia para doblegar a los baleares y llevarse los tres puntos de un estadio complicado.
El rival es el mismo pero la situación ha cambiado. Probablemente no haga falta recordar que, a día de hoy, el Atlético Baleares ocupa la decimosexta plaza de la clasificación, puesto que condena al equipo que la ocupa a jugar un play-out para evitar descender a Tercera División. Salir de ahí es la prioridad absoluta para el equipo de Horacio Melgarejo, que no consigue ganar un partido desde el pasado 22 de octubre. Con sólo tres victorias en lo que va de curso, el equipo mallorquín necesita la victoria como el comer y los Fullana, Gerard Oliva y compañía tendrán que dar la mejor versión del fútbol que haya en sus botas para poder sacar algo positivo del partido de la mañana del domingo.
Un hueso duro para empezar a mirar hacia arriba y soñar con dar un gran regalo a la afición en este fin de semana de Noche de Reyes, pero así de caprichosa es la competición y así de cruel es el destino en el mundo del fútbol. Estamos sólo a mitad de temporada y se necesitan con urgencia los puntos y eso, solo puede ser el resultado de haber hecho las cosas francamente mal. Veremos qué y cuánto es capaz de dar el Baleares en esta jornada y en esta segunda parte del campeonato liguero. Desde luego, la esperanza es lo último que se pierde.