Sólo ha vivido 21 primaveras y ya tiene mucho contar. Criado en la cantera de un histórico club brasileño como el Flamengo y con experiencia en las islas británicas. Hoy, tomo un ácido zumo de naranja y hablo con Vinicius Amorim, jugador del CE Constancia y una de las sensaciones de esta Tercera División balear.

Pregunta: Para empezar, podemos remontarnos a tu infancia. Eres brasileño y eso no se puede pasar por alto ya que Brasil es un país donde el fútbol es la esencia de las calles y uno de los fenómenos sociales y culturales más importantes del país. ¿Dónde empiezas a dar tus primeros pasos?

Respuesta: Yo nací en la zona de Espírito Santo, que no está muy lejos del estado de Rio de Janeiro. Jugué en un par de equipos desde bien pequeñito que estaban situados por allí hasta que con 6 años entré en la cantera de Flamengo, que es un histórico club de Brasil que actualmente juega en el Brasileirao (Primera División en Brasil). Allí estuve hasta que en 2010, por circunstancias familiares y personales, me marche a Inglaterra a vivir con mi madre, concretamente a Bristol.

P: De Brasil a Inglaterra. Dos países muy diferentes, imagino que no fue fácil. Pero si hablamos en clave fútbol, el ambiente con el que se vive y la pasión que genera se asemejan bastante en los dos estados. ¿Cómo fue la adaptación a Europa y cuáles son tus vivencias más destacadas en el Reino Unido?

R: Fue complicado en varios aspectos. No me gustaba que siempre hiciera frío y lloviera casi cada día [ríe]. Estaba acostumbrado a otra cosa. En cuanto al fútbol, me fue bastante bien. Cuando llegué a Bristol, fiché por el Bitton FC y allí jugué un par de años a bastante buen nivel. En 2013 me marché al Filton College, con el que tuve la oportunidad de jugar la Youth Premier League y la FA Cup Junior, donde llegamos hasta una de las últimas rondas haciendo un gran papel en la competición. Fue una buena experiencia de la que aprendí bastante.

P: Llega 2015 y decides venir a Mallorca a vivir. Otro gran salto, esta vez sin una traba tan grande en lo cultural, porque el brasileño y el castellano se asemejan bastante, pero claro, otra vez cambiar de aires y adaptarte a otro país vuelve a ser una tarea difícil. En lo futbolístico, ¿cómo y dónde fueron tus primeros pasos en el fútbol balear?

R: Llegué a Mallorca cuando la temporada que empezó en agosto de 2015 ya había empezado. Fiché por el Alaró, que por aquel entonces estaba en Tercera División. La adaptación no fue fácil porque el equipo no estaba en un buen momento. La muerte del Julián Ronda afectó mucho al equipo y ese año sufrimos un descenso. En lo personal, en aquella segunda vuelta acabé siendo titular en el equipo y eso estuvo bien. Después de allí me fui al Poblense, donde a penas contaba para el entrenador y tras medio año en Sa Pobla el Constancia hizo todo por contar con mis servicios a partir de enero de 2016 y aquí estoy.

P: El Constancia. Uno de los astros de esta Tercera División en cuanto a proyecto. Háblame un poco de tu nivel personal y del colectivo ahora mismo. Es pronto, no llevamos ni media temporada pero, hasta ahora, ¿qué conclusiones saca Vinicius de su situación personal y colectiva actualmente?

R: Estoy muy bien. Aquí siempre me han tratado genial y me siento como en una gran familia. Creo que, personalmente, estoy en mi mejor momento como jugador, pero hay algo muy importante dentro de mí: el sentimiento de poder dar mucho más y de tener un margen de mejora grande y eso es importante. Como equipo la situación es parecida. Estamos haciendo las cosas realmente bien pero creemos que aún podemos mejorar. Con Guillem también todo genial. Es un enfermo del fútbol y eso nos lo contagia. Le agradezco mucho la confianza que ha depositado en mí desde que llegué. Somos un gran grupo. Nadie es más importante que nadie y todos sabemos que podemos aportar cosas positivas.

P: Hablando un poco de la liga. Un proyecto como el vuestro está casi obligado a apuntar alto, y de momento no vais mal encaminados. Pero, ¿cómo ves tú la competencia por los puestos nobles de arriba y el nivel de esta liga en general?

R: La Tercera División es una liga con jugadores muy buenos. Aquí todo es difícil de conseguir y nadie regala nada. Lo más importante para apuntar alto es trabajar cada día. De momento, como ya te he dicho, estamos ahí arriba por méritos propios y porque estamos haciendo las cosas bien. La competencia en general es dura. Equipos como el Mallorca, el Ibiza, el Poblense siempre van a estar ahí. El Felanitx, el Playas y el Alcudia también tienen proyectos muy serios. Al final te puede ganar cualquiera y todos los campos son complicadísimos. Es una categoría muy infravalorada en la que los detalles marcan diferencias. Nuestro objetivo es seguir compitiendo para poder pelear esos puestos de play-off.

P: Algo que sí quería comentarte antes de que se me olvide. Compartes vestuario con un mito del fútbol balear como Joan Vich. ¿Cómo es convivir con él? Debe ser el rey del vestuario y uno de los pilares del equipo dentro y fuera del campo, seguro.

R: Juan es un loco [ríe]. Pero un loco de los buenos. Es otro loco del fútbol y vive este deporte muy intensamente. Se aprende mucho a su lado, como al lado de otros jugadores. Es alguien muy humilde dentro del equipo, sin creerse superior a nadie y ayudando a todos en lo que puede. Es un show en el vestuario pero sobre todas las cosas, es una persona excelente y cercana. Un auténtico líder.

P: En cuanto a trayectoria, ¿dónde crees que puedes llegar? Porque talento tienes y mucho, como estás demostrando en cada partido en el que saltas al campo.

R: Me gustaría seguir trabajando bien en el Constancia y sueño con jugar los play-off de ascenso a Segunda División B aquí. Eso sería muy bonito para mí, para el equipo y para todos nuestros aficionados. Y después, ya se verá. Si sigo trabajando, sé que puedo llegar lejos. Segunda B, Segunda o incluso Primera, ¿por qué no? [ríe]. Con trabajo y esfuerzo todo es posible y sé que las oportunidades llegan para los que se esfuerzan.