Mantiene su marcha el Barcelona a la vez que algunos rivales en la pelea por el título comienzan a ceder. Sólo el Atlético continúa al acecho. Por abajo nadie se rinde.
Antes de comenzar el análisis de la jornada echaremos un vistazo al Mundial de Clubes y al nuevo triunfo del Real Madrid, que derrotó por la mínima al Gremio brasileño. Nueva final, van diez en los dos últimos años, y nueva victoria. Pleno absoluto. Ahora, a pensar en LaLiga y en el Clásico del próximo sábado antes de las vacaciones navideñas.
Sigue y sigue y sigue, como el conejito de las pilas. El Barcelona ha adquirido ritmo de crucero y suma de tres en tres antes de viajar al Bernabéu. También sigue acumulando disparos a los postes -ayer cuatro- y penaltis errados (otro de Messi). Fue un partido casi sin historia porque el líder del campeonato fue muy superior a un Deportivo deprimido a pesar de que le sostuvo su portero Rubén durante muchos minutos. Pero la diferencia entre ambos es inmensa y el Barcelona terminó aplastando a los gallegos.
Lo pasó mal el Atlético para desembarazarse de un buen Alavés, que ha recobrado el sentido de equipo y ha vuelto a competir desde que Abelardo llegó hace dos semanas. Dominaron los colchoneros, que tuvieron distintas opciones de gol, pero aún así el cuadro vitoriano no le perdió nunca la cara al partido y dispuso también de sus oportunidad sin saber aprovecharlas. Al final lo que vale son los puntos y el Atlético se los llevó y además se mantiene como uno de los pocos conjuntos de toda Europa que aún no sabe lo que es perder en la competición casera. Además, ya es segundo después del pinchazo del Valencia en Ipurúa, que deja deprimidos a los de Marcelino. Se sabía que el estadio eibarrés es complicado debido a sus dimensiones y a la forma de jugar al fútbol del conjunto local. Pero el Valencia se dejó llevar y los puntos volaron en la recta final, lo que le aleja del líder y relanza al conjunto de Mendilíbar, que comenzó de forma titubeante pero que en las últimas jornadas ha adquirido velocidad de crucero y ya otea la zona noble de la tabla.
Tampoco le van bien las cosas al Sevilla. A pesar de la feliz vuelta de Berizzo al banquillo local su equipo fue incapaz de batir a un Levante que siempre plantó cara y que estuvo muy cerca de marcar en más de una ocasión, incluso encontrándose con el poste en algún remate. Pero lo que deja claro el empate es el estado de depresión por el que navega el Sevilla. La pasada semana salió goleado y dejando una imagen deprimente del Bernabéu y el viernes fue incapaz de marcar un sólo gol a uno de los conjuntos recién ascendidos y que juega más con la zona de descenso que con Europa. Urge un cambio de actitud aunque parece que será necesario realizar retoques en el mercado de invierno.
El derbi vasco fue para llorar y terminó sin nada que contar. Fue un partido jugado casi bajo el diluvio, con pocas ocasiones de gol y con escaso fútbol. Hubo pocos asuntos destacables porque prácticamente el encuentro fue una siesta. Ninguno marcó las pocas que tuvo y ambos se confirmaron con el reparto de puntos, que, visto lo visto, beneficiaba a ambos. A la Real para cortar una mala racha y al Athletic para seguir sumando y adquiriendo sensaciones. Por cierto, Kepa no jugó y las elucubraciones sobre su posible fichaje por el Madrid han subido muchos enteros en las casas de apuestas, aunque parece que una lesión en el pie fue la causante de su ausencia. Queda poco para enero. Sigue de fiesta el Girona, que se impuso por la mínima al Getafe y se dispara hacia arriba como un cohete. Magnífica campaña de los catalanes. Y paso de gigante del Villarreal, que gracias a un gol de Fornals logra tres nuevos puntos en Vigo y deja al Celta congelado. Los de Calleja mantienen el ritmo.
En la pelea por el descenso Las Palmas estuvo a punto de voltear un partido que tenía perdido, pero Viera falló un penalti ya en el descuento que le hubiera dado el triunfo. En los últimos diez minutos fue capaz el conjunto insular de empatar un partido perdido pero al final se quedó a medias. Mal el Espanyol en los momentos decisivos, aunque Pau evitó la derrota y el bochorno. Quique sigue cuestionado.
Esta noche concluye la jornada con el derbi andaluz Málaga-Betis. Dos de los tres conjuntos que más conocen lo que es jugar en lunes se ven las caras con emociones distintas. El Málaga viene de ganar en Anoeta y quiere seguir acercándose a la salvación mientras que el Betis navega entre la indiferencia y la zozobra en unas últimas semanas para olvidar. Veremos quién se lleva el gato al agua.
Y mañana, más fútbol porque comenzará la jornada 17, que se completará el sábado -después de tener partidos todos los días- con el Madrid-Barcelona y los derbis valenciano y gallego. Si no quieres café, toma a diario múltiples tazas. Así se las gastan Tebas y Roures, los jefes de LaLiga.