Jaume Naveira, periodista deportivo, te puede narrar un Atlas-Pachuca como un Lorca-Lugo de Segunda. Lo contemplas en Moguts y tienes la osadía de considerarlo desaprovechado porque ese espacio no es nada extraño. Sus retransmisiones siempre son auxiliadas por su hoja de Excel tuneada de su portátil (otros usan posits), enseñándola por Twitter en cada previa de partido. A colación de lo último, me acuerdo cuando en la ESO algún remoto día parecía interesante. En tercer curso estaba la asignatura de Informática. El profesor, de nuevo cuño en el centro, mandó como contenido de todo el curso hacer un Excel y un PowerPoint. Debía pensar él en esa época que formalizar aquellos documentos entraban en el mainstream. Encontramos un nicho. Catorce años y te tocó un regalo en forma de asignatura. Y nosotros, cabrones, hacíamos que nos costaba cuando aquello no se sostenía. Le hicimos una cama de campeonato.
Al mes y medio se enteró. Pero seguimos todos nuestros papeles teatrales. Nos mirábamos y sabíamos que aquel tanto por la escuadra que nos dejaron meter fue un golazo. La clase, impartida los lunes y miércoles, se convirtió poco a poco en taberna post jornada de fútbol. Él, del Barça, tenía su particular guerra con los madridistas y al final Informática era un repaso de la jornada balompédica. Te sentabas delante de la pantalla, abrías la tarea y empezabas a pestañear el As, el Sport o el Marca mientras esperabas a al inicio del debate que alguien arrancaría bajo una pulla oficialmente. Éramos todo chicos menos una chica que, si no recuerdo mal, acabó no viniendo. El profe, un bonachón, acabaría conversando con nosotros sobre donde se podía ver mejor el fútbol por Internet. Él te decía Rojadirecta, orgulloso de lanzar un tema trendy, pero la clave para que no se parara nunca, en palabras suyas, era abrir el link del partido cinco minutos antes del comienzo. Nunca usé Rojadirecta.
A día de hoy, el Mallorca se retransmite prácticamente en las mismas condiciones que la difunta Rojadirecta, según he podido saber del funcionamiento pretérito de la página. Un equipo que arrasa, para muchos, analógicamente. Pero lo importante es lo primero. Y lo que viene. Campeón de invierno en otoño. Trece puntos de diferencia al segundo clasificado. Invicto. Cinco goles en contra. Sin lesiones. Por tanto, junio será gloria o una hostia.
Adjunto la imagen que me faltó en el pasado artículo. Bruce Springsteen junto al gran pitcher Joe DePugh.