Tiene 22 años, ha compartido vestuario con Marco Asensio y lleva ya cuatro temporadas jugando con el mismo equipo en Tercera División. Hoy, tomo café y charlo con Alberto Castell, jugador del CD Ferriolense.
Pregunta: Bueno, para empezar vamos a hablar un poco de lo que fueron tus inicios en el fútbol. Intuyo que ya desde bien pequeñito le dabas patadas a un balón. ¿Dónde empieza Alberto Castell a pegar sus primeros pelotazos?
Respuesta: Juego al fútbol desde los tres años. Empecé en el Santa Mónica hasta pre-benjamín, una vez federado me fui al Ramon Llull. Cuando me convertí en alevín de primer año empecé a jugar en el San Francisco. Allí estuve mucho tiempo. Jugué en División de Honor con ellos y ese fue mi último año como juvenil. Y nada, de allí a Son Ferriol, donde llevo ya cuatro temporadas jugando en Tercera División.
P: No debe ser fácil dar el salto a Tercera División. Y más con sólo 18 años. ¿Cómo se vive como jugador el primer año en Tercera División?
R: No es fácil. Eres un niño todavía y se hace difícil. Llegas de ser uno de los que maneja las riendas de un juvenil y en un equipo de Tercera no eres nadie. Empecé sin jugar mucho en la primera parte de la primera temporada. El equipo no iba bien y el entrenador decidió hacer cambios. Todo empezó en un partido contra el Campos, en el que soy titular, hago un buen partido y consigo marcar. Allí empecé a ser un jugador más importante en el equipo y bueno, aquí seguimos. El hecho de que los veteranos te ayuden a integrarte en el equipo es algo muy importante y algo que me ayudó mucho.
P: Hablando un poquito más del presente, estamos entrando en el mes de noviembre, son ya once partidos de liga, de los cuales has jugado siete si no voy mal. Has estado lesionado y ahora ya vuelves al once. ¿Cómo te encuentras tú personalmente y cómo ves al grupo?
R: En cuanto a lo personal, estoy bastante bien. Hice una pretemporada bastante buena. Empecé bien la liga, luego tuve que parar un mes por la rotura en los isquiotibiales y ahora he vuelto, una vez recuperado, a sentirme bastante en forma jugando. Hablando del equipo, creo que tenemos el mejor desde que yo estoy por aquí. Somos una gran familia y eso es muy importante. Tenemos un gran grupo de personas. Y eso es muy importante en un club así. Piensa que, a diferencia de otros, nosotros no cobramos un duro por jugar. Jugamos para pasárselo bien. Entrenar como amigos, pasarlo bien y disfrutar. A partir de ahí, todo lo que sea competir como lo estamos haciendo ahora, bienvenido sea. La mezcla entre veteranos y jóvenes es muy buena, nos ayudamos unos a otro. La piña que hemos hecho es lo mejor que tenemos este año.
P: ¿Cómo ha sido la adaptación de los jóvenes este año? Imagino que igual o parecida que en años anteriores o en el mismo que llegaste tú.
R: Muy bien. Hay que cuidar de los jugadores jóvenes que acaban de llegar porque al final nos ayudan mucho. Este año gente como Rodri o Rendón nos están dando un plus importante y eso se agradece. Esta claro que detrás de todo eso, hay una ayuda que los veteranos, entre los cuales ya me incluyo, hacemos para que los recién llegados se adapten rápido y se sientan como en su casa.
P: Hemos hablado de ti y del grupo, pero, todo equipo necesita un líder. ¿Cómo es Álex Calero y qué aporta a que el equipo sea como es?
R: Es un enfermo del fútbol. Es uno más. Es joven y eso nos gusta porque nos entendemos mejor. Vive el fútbol las 24 horas del día durante los 7 días a la semana y eso al final nos lo acaba contagiando. Su compromiso es total y nos ayuda mucho.
P: Hablando en clave de ambición. ¿Cuál es el principal objetivo del equipo? Es decir, ¿dónde está el techo de este Ferriolense?
R: El objetivo es la salvación. Los 43-45 puntos para mantener la categoría son primordiales para nosotros. A partir de ahí, todo lo que venga será positivo y podremos mirar par arriba. Luchar por entrar en la Copa Federación o por un sitio de honor en la clasificación sería bonito, pero no podemos desviarnos de lo que es el objetivo principal. Una vez salvados, hablaremos de objetivos más ambiciosos.
P: En cuanto a la parte de arriba, Mallorca, Ibiza, Poblense, incluso el Felanitx que está haciendo las cosas bien. ¿Cómo ves la lucha por el título y por estar arriba?
R: Hay muy buenos equipos. Este año hay mucho nivel. Aún no me he enfrentado a todos los equipos de la categoría pero creo que los que ahora están arriba serán los mismos que a la larga pelearán por los grandes objetivos. El equipo que más me ha gustado, de momento, ha sido el Poblense. Tiene mucho trabajo detrás y claro, unas individualidades que al final marcan la diferencia. El equipo al que todos quieren ganarle es el Mallorca B y creo que es el equipo que ganará la liga, aunque quizá sea un poco pronto para pronosticar un resultado así. Son mi apuesta para este Tercera.
P: Tras mucha experiencia en Tercera División pese a tener sólo 22 años has podido y puedes juzgar el nivel de esta liga. ¿Cómo ves esta campaña en comparación a otros años?
R: Realmente siempre es algo parecido. Hay tres tipos de equipo: los que están arriba, los que están arriba sin que nadie lo esperaba, y los equipos desde la octava posición hasta la última. Es bonito ver equipos humildes como el Felanitx codearse con los de arriba, para qué engañarse. Todos los equipos tienen un trabajo detrás y no todos cuentan con según qué medios. Todo está muy igualado y eso al final dignifica un poco este tipo de fútbol. Parece que el Ibiza es un equipo infranqueable y nosotros les ganamos en su casa. Nadie regala nada pese a que al final los equipos que lo hacen bien obtienen la recompensa.
P: Pensando más en uno mismo, ¿qué esperas de tu trayectoria a nivel personal? Es decir, ¿dónde esta el siguiente paso y el techo de Alberto Castell?
R: Hombre, yo he jugado con gente que ha llegado muy lejos. Con Marco Asensio o Brandon Thomas, entre otros. Yo no lucía tanto porque era la escoba del equipo [ríe]. Y bueno, la verdad es que soy joven y tengo ambición, ¿por qué no pensar en Segunda B? Aspiro a jugar más arriba. Y es trabajo. Hay más factores, pero principalmente es trabajar y trabajar. Soy yo el que me tengo que ganar el pan.
P: Indagando más en el hecho de que hayas jugado a un alto nivel a escala balear, me gustaría que intentaras (pese a que es complicado) quedarte con un entrenador. El que más te haya marcado. El que te haya hecho lucir. Cuéntame.
R: Es imposible quedarse con uno. Me pides uno pero es que es imposible. De cada entrenador se puede extraer algo. Me han marcado muchos. David Pons, que ahora está en Doha, es un gran entrenador que tuve en el San Francisco. Fuimos campeones de Baleares ganando al Mallorca de Asensio y de una gran generación. Santi Miralles también me marcó mucho. También fue en el San Francisco, me inculcó la competitividad como concepto. Y mi entrenador actual, Álex Calero, con el que he estado los cuatro años en Son Ferriol, en tres de ellos siendo su pupilo. Con él siempre he jugado y me ha dado la confianza desde el día de me llamó con 18 años para ficharme. Me da todo lo que necesito y eso me ayuda mucho.
P: Otro tema que me llama la atención. Hablando de nombres propios. ¿Con quién se ha duchado Alberto Castell?
R: En la selección balear coincidí con gente que ahora es totalmente profesional y que se ha hecho un hueco en el mundo del fútbol nacional e internacional. El principal es Marco Asensio. Gente como Brandon, Damià Sabater u One han llegado lejos y yo he estado allí al lado. Son gente que siempre ha marcado la diferencia. Eso también me ayuda a la hora de mirar hacia arriba. Son gente que ahora está donde está pero que hace 4 años se estaban cambiando en los mismos vestuarios que yo. Insisto, yo robaba los balones y ellos lucían [ríe].
P: Hemos hablado de un tema que ahora vamos a toquetear un poco más, porque no deja de ser algo curioso. Hemos hablado de la integración de los nuevos y resulta que uno de los nuevos este año es tu hermano pequeño. Está claro que en el campo todos sois iguales pero me gustaría que me explicaras cómo te sientes jugando con Carlos.
R: Estoy encantado. Mi hermano es un jugador que es todo sudor y alma. Es el jugador perfecto para Tercera División. La Tercera es eso. Ganas, esfuerzo y ponerle lo que hay que ponerle. Y ese es Charlie, y por eso tiene minutos. En esta categoría nadie regala nada y los minutos valen oro. Ha mejorado mucho con el balón desde que estuvo en el Mallorca. En lo personal, jugar con mi hermano a este nivel es muy positivo. Para mí jugar con él es lo más grande que me ha pasado. Es lo mejor. Se nota que somos hermanos, nos entendemos sólo con mirarnos. Quería jugar con él y espero que sigamos muchos años juntos, si puede ser algún día en Segunda B, mejor [ríe].