El RCD Mallorca no está pasando por los mejores años de su historia. No hace ni un lustro, el conjunto bermellón se enfrentaba a los mejores equipos de España en Primera División. El pasado domingo, sin embargo, jugó y ganó al Atlético Saguntino. El estar en Segunda B era algo que predecimos nada más finalizar la primera temporada en Segunda A. Algo que, por suerte o por desgracia, viene bien al club.

Empezar de cero está dando sus frutos. La limpieza que se ha hecho este verano en el vestuario era necesaria. Jugadores que no estaban al nivel requerido y, sobre todo, jugadores que no sentían la casmiseta. Este año, el volver al fútbol modesto, también provoca volver a un sentimentalismo especial -tanto para el aficionado como para el jugador-.

La cantera y la cartera. Descender a Segunda B no ha reprimido al Mallorca a no gastar. Se ha hecho un buen equipo y, sobre todo, se han mantenido piezas claves -y no a un bajo precio-. La continuidad de Lago Junior es esencial para este proyecto. Además, la llegada de jugadores como Reina, Bonilla, Xisco Campos, Pedraza o Álex López ayudan a hablar con optimismo.

Todos esos nombres, que el Mallorca lo ha traído gracias al dinero que Robert Sarver sigue poniendo en el club, hay que sumarles canteranos que durante este inicio de temporada están siendo esenciales para el equipo. Ellos son Joan Sastre, Abdón, Cedric, Reyna o Damià. Jugadores de la casa, que se han formado en la isla y saben qué significa defender el escudo del Mallorca.

Por ello, dentro de lo que cabe, caer ha sido positivo. Cerrar una etapa tóxica, con jugadores que venían a la isla solo para disfrutarla y con la afición muy cabreada. No vamos a afirmar que el Mallorca tenga que estar siempre en esta categoría, pero este descenso era necesario para muchas cosas. Primero de todo: unir equipo y afición. Lo estamos viendo en este inicio de liga, y es que la afición mallorquinista está más implicada que nunca.

Así pues, para volver a ser un equipo referente en Primera División, hay que empezar a subir escalones desde abajo. Y es lo que se está haciendo, creo, de forma satisfactoria. A nivel deportivo el equipo ha empezado de forma notable y a nivel social el club cada día tiene más socios. Debe haber una línea ascedente. Pero seamos cautos, Segunda B es más complicada de lo que parece. Tanto que quedar primero no te asegura nada.