El modelo Kübler-Glos habla de las cinco etapas del duelo para lidiar con una tragedia, como una perdida catastrófica. Una gran pérdida ha sido la que ha sufrido la afición mallorquinista, que viva su duelo particular tras el descenso el pasado domingo del Mallorca a Segunda División B.
ETAPA 01: NEGACIÓN
«Esto no puede estar pasándonos a nosotros«. Esta quizás fue la primera frase que entonó la gran mayoría de mallorquinistas cuando Pulido Santana hizo sonar su silbato concluyendo a 36 años en el fútbol profesional español. La incredulidad fue el punto de partido a los diferentes estados de ánimo por los que iba a pasar el aficionado del Mallorca, viendo que estaba pasando algo que parecía totalmente imposible.
ETAPA 02: IRA
Esta fue la más clara de todas. Enfado hacia todo aquel jugador que había parecido arrastrarse por el campo durante las 41 pasadas jornadas de liga. Cabreo hacia toda esa directiva que había confeccionado esta plantilla que no ha dado con ningún resultado. Indignación hacia esos directivos que en ocasiones parecen más interesados en publicitarse que en el proyecto deportivo del mallorquinista. Ira, mucha ira al fin y al cabo que explotó minutos después de que la temporada llegase a su fin.
ETAPA 03: NEGOCIACIÓN
La aún no aceptación de la situación hace que se intente negociar lo imposible, sacando ideas de donde no las haya. «¿Y si compramos una plaza en la categoría?» puede ser una de las preguntas de esta fase, cuando en realidad todos sabemos que no hay plaza alguna en venta. «Podemos luchar si algún equipo desciende por temas administrativos» es otra opción recurrente para seguir otro año más en el futbol profesional. Todo son preguntas que no hacen más que ahora el siguiente paso que está por llegar.
ETAPA 04: DEPRESIÓN
«¿Qué sentido tiene todo ahora?«. Sensación de hundimiento tras el duro final. Muchas preguntas que conllevan al estado de depresión tras el descenso del Mallorca. «¿Qué pasará ahora con la deuda, en una categoría sin apenas beneficios? Acabaremos desapareciendo como esto no se solucione». El aficionado aquí se encuentra silencioso, distante, solo tiene en su cabeza que todo está perdido. «¿Cómo vamos a disfrutar de la Segunda B y atraer aficionados a esta categoría? No nos va a ver nadie». La cara funesta del aficionado en este estado hace denotar el mal rato que se está pasando, con todo de negros pensamientos.
ETAPA 05: ACEPTACIÓN
«Esto tenía que acabar pasando tal y como se estaba llevando a cabo la temporada«. Finalmente, no queda otra que aceptar la realidad. Estamos en Segunda B, y ahora hay que aceptarlo. Hay que hacerse a una nueva realidad del club, y aprender a sobrevivir a lo duro que es la categoría de bronce. Solo queda otra que intentar ser los mejores del grupo tercero y luchar por volver a la LFP. Al fin y al cabo somos el Mallorca. ¡Aquí jamás está permitido rendirse! Solo queda luchar hasta el final y llenar las gradas de Son Moix para recuperar la categoría perdida.