Convencerlos. Esta es y ha sido una de las premisas con las que el preparador catalán pone todo su empeño en unos jugadores que, tras ganar después de diez partidos sin hacerlo en el Sánchez Pizjuán, su cerebro les empieza a trasmitir el alimento de esperanza que, más que una cuestión puramente matemática, está ahí y existe. La cosa es seguir sumando en un recorrido equiparado al andar del burro: cabeza abajo, sin desvío y sin ninguna interrupción por el camino. Una travesía de seis encuentros para ganarlos todos o prácticamente hacer pleno en ellos. Con un reto, el de Sergi, que pasa mucho más en suministrar bien las emociones del vestuario y el estado anímico de todos sus jugadores a emplearse a fondo en estudiarse los próximos rivales del Mallorca en la lucha por no caer al piso segundo B.
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— EL PAÍS Deportes (@elpais_deportes) 4 de mayo de 2017
A estas alturas, Sergi ya ha suministrado en el verde los últimos partidos a los futbolistas que serán los encargados de obrar la tarea por la permanencia. El primer encuentro para Barjuan en el banquillo bermellón no fue, con sus propias palabras, computable. Todo arrancó en La Romareda y no fue de la mejor manera, sino todo lo contrario. Un solo gol certificó la vitoria del Zaragoza y el hundimiento más profundo de un Mallorca que vio como el delantero tinerfeño Ángel, el más pequeño de los suyos, remataba de cabeza y dejaba los tres puntos en casa. En ese momento, el preparador catalán manejaba dos sistemas de juego que variaban dependiendo desi se jugaba en casa o lejos de la isla. En Son Moix, los dos duelos en el que Sergi ha dirigido la plantilla ha enseñado un once restando fuerza donde más se necesita -la delantera- y dando más músculo en el centro y en tres cuartos de campo. En cuanto a los delanteros, el estreno empatando ante el Nàstic lo hizo con Brandon solo arriba, y no fue bien ya que el de Cala d’Or, por su perfil de jugador, siempre necesita de compañeros cerca para su asociación. Después, sería el turno de Lago en el empate de Córdoba. Misma posición que la de Brandon y mismo resultado. Porque si se quería ganar por lo civil o por lo criminal, era incomprensible un planteamiento de estas características.
Esto no pasó a domicilio, donde tanto la primera prueba de Sergi Barjuan en Zaragoza como la victoria ante el Sevilla Atlético, el catalán colocó a Brandon y Lekic en el primero y en el segundo encuentro unió arriba hasta tres atacantes distintos, con la novedad de un Moutinho liberado en el carril del diez que dio sus frutos.
Los Premiados y Señalados
El plano de Barjuan está quedando casi terminado y todos estos encajes de sistemas dejan al descubierto unos jugadores que se han visto con más y con menos protagonismo. Por un lado, uno de los jugadores con poca trascendencia es Biel Company. Un jugador que en esta campaña ha contado poco para los tres entrenadores que ha tenido y los números apuntan a la mitad de encuentros disputados en comparación con la temporada pasada. Otro jugador que ahora con Sergi no cuenta y destaca es la del central Antonio Raíllo. En un inicio de temporada alto junto a Yuste y jugandolo todo aunque el equipo fuera deambulando, el catalán ha optado por Pleguezuelo en su lugar. También, son relevantes el caso de los dos Juanes. Primero fue Rodríguez que no juega desde el pasado mes de enero tras sufrir una lesión. Ya recuperado, aun no ha podido pisar el verde y todo apunta que lo tiene bastante complicado. Domínguez es otro de los grandes nombres de esta lista. En el primer partido de Sergi en el banquillo bermellón disputó los noventa minutos pero a partir de ahí los dos siguientes vio el partido en la grada y en Sevilla viajó con la expedición pero el banquillo fue lo más próximo al campo.
La cara de la otra moneda viven su oportunidad en el sprint más importante del Mallorca en años. Dos jugadores sobresalen por encima del resto y son Álex Vallejo y Julio Pleguezuelo. Tanto el primero como el segundo, lo han jugado todo con Sergi desde que el técnico los colocara de inicio en Zaragoza. Vallejo, que llevaba casi dos años de inactividad, empezó contando con la confianza de Olaizola y dejó buenas sensaciones como fue el empate que supo a victoria en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe. Pero, una recaída por un duro golpe ante el Cádiz difuminó su protagonismo. La situación de Pleguezuelo es aun más meritoria. Con 548 minutos disputados, la última vez que Julio fue titular en un partido antes de la llegada de Barjuan sucedió el año pasado y la fecha está marcada en negro. El partido de suspenso realizado en Soria más la coyuntura del postpartido en la capital de España, dejaron al canterano desahuciado por Olaizola y que ahora con la subida de minutos y dando la cara fuera de los terrenos de juego, es un firme candidato a quedarse en el centro de la zaga hasta final de temporada. Barjuan va eligiendo las piezas de su tablero. Sean blancas o negras, solo vale ganar la partida de la salvación.