Vuelve el calor y con él el final de temporada y, una vez más, los chicos de Santi Miralles vuelven a ser la nota más positiva del club. Segundos en uno de los grupos más complicados de la categoría, con Barcelona (1º clasificado) o el Espanyol (3º clasificado) como los rivales más duros, fruto del buen trabajo que se hace en las canteras de la ciudad condal. Por segundo año consecutivo, el Mallorca se ha colado entre los dos gigantes catalanes y ha certificado su puesto en la Copa de SM el Rey en categoría juvenil. El primer emparejamiento, ante el Real Betis, no pudo empezar de mejor manera: los jóvenes bermellones endosaron un sólido 3-1 a los andaluces en el partido disputado en el Campo Tomeu Serra.

Contrasta bastante con la opuesta, y ciertamente contradictoria, situación del primer equipo. Año tras año, lidiando con los mismo problemas y con los mismos debes. Que si falta de actitud, que si falta de gol o desacierto a la hora de encontrar entrenador. Incontables excusas que se han ido acumulando, cargando aun más la ya pesada mochila que equipo y afición llevan a cuestas. Excusas que no han hecho más que entorpecer un camino que, aunque fuese un tanto escarpado, se podría haber recorrido sin salirse del sendero.

El descenso cobra cada vez más forma tras la derrota en Valladolid. LFP

Un razonamiento lógico nos invita a pensar que un buen trabajo en la cantera se reflejará en el futuro en el primer equipo. Pero también que la indiscutible señal de que en la base se están haciendo las cosas bien se tiene que reflejar en el equipo profesional. Poca lógica se puede aplicar al Mallorca. Tanto los juveniles como el filial dejan mejores sensaciones y números de lo que uno esperaría al ver al Mallorca agonizar una vez más por no descender a la categoría de bronce.

Con la derrota en Valladolid y los pocos partidos restantes, el fantasma del descenso cobra cada vez más forma. Mientras, los de Santi Miralles seguirán con su idilio con el buen fútbol. Desde la portería hasta la delantera, naturalmente pasando por el centro, el Mallorca tiene bien cubiertos todos los futuros puestos. En el trágico caso de darse el descenso, en la isla se tienen jóvenes de todas las edades y posiciones listos para dar el salto al primer equipo.