Si días atrás analizábamos la parte noble de la tabla ahora llega el turno para el resto de conjuntos de LaLiga. Alegrías y decepciones, todo se mezcla después de nueve meses de competición.
Comenzando por la segunda competición continental, la Europa League, hay que indicar que el Villarreal y la Real Sociedad han sido los mejores y su clasificación hace justicia a los méritos contraídos. Fueron superiores, más regulares y practicaron mejor fútbol que el Athlétic, que finalmente concluyó séptimo pero que si el Barcelona gana la Copa del Rey el sábado también tendrá premio y regresará a Europa. Escribá consiguió recomponer al Villarreal en un tiempo récord tras el cese fulminante de Marcelino en agosto. Su trayectoria apenas ha sufrido altibajos -quizá una pronta eliminación europea y una pequeña crisis a falta de diez partidos- pero que supo reconducir a pesar también de las lesiones. Ha realizado un buen fútbol con gente joven y de calidad y la próxima campaña debería luchar por alcanzar la cuarta plaza, aunque será complicado. Mientras, la Real Sociedad comenzó bien pero casi al final de la primera vuelta encadenó una racha de resultados positivos que le lanzaron incluso hasta la cuarta plaza. Cayó un poco, normal, en la segunda vuelta, pero ha sabido rehacerse a tiempo y terminar en sexta posición. Enorme trabajo de Eusebio y sus muchachos, donde ha destacado el trabajo y el fútbol de tiralíneas del veterano Xavi Prieto, que continuará un año más. Habrá que ver cómo afronta el equipo, con gente de la cantera muy joven, la próxima campaña al tener que disputar dos competiciones. Quizá la decepción ha sido el Athlétic, muy irregular y que sólo logró sacar muchos partidos adelante gracias a los goles del veterano Adúriz. Ha sido poco contundente y al final lo ha pagado quedándose fuera aunque el Barcelona le puede dar el boleto europeo.
De los descendidos, Granada, Osasuna y Sporting, poco más hay que comentar. Ya dijimos al concluir la última jornada que sus descalabros habían sido merecidos porque habían demostrado ser los peores en un grupo de conjuntos de calidad similar. La política de fichajes no fue buena en ningún momento y además todos ellos cambiaron de entrenador para no mejorar, en algunos casos incluso para empeorar. Esperemos que en la Liga 1/2/3 puedan recuperar sensaciones aunque van a sufrir porque en esa categoría la igualdad sí que es una evidencia.
Mención especial para Éibar, Espanyol, Alavés y Leganés. Estos dos últimos, recién ascendidos, han sido los conjuntos sorpresa del año. Los vitorianos, con un equipo formado a base de jugadores cedidos y otros ya expertos, ha realizado una de sus mejores campañas llegando incluso a la final de la Copa del Rey. Ha jugado bien, con Marcos Llorente en figura junto a Camarasa y Deyverson, sin olvidarnos del resto porque al final han sido un verdadero equipo y han merecido sus éxitos. Ahora hay que mantenerse y seguir creciendo. Como el Leganés, que logró la permanencia una jornada antes del final nada más y nada menos que en San Mamés. Garitano merece una estatua de por vida en la ciudad madrileña, como todos sus jugadores, porque eran uno de los conjuntos destinados a pasar por la categoría sin dejar huella. Sorprendieron a todos y salvaron los muebles. Gran trabajo. Recordar también el excelente año del Éibar de Mendilíbar, ya consolidado en LaLiga y con un futuro por desarrollar. Habrá que acertar con los fichajes, claro. Y también notable para el Espanyol de Quique, que comenzó irregular pero terminó como un tiro aunque lejos de Europa. Puede ser otro candidato a partir de septiembre.
Del resto destacar la decepcionante temporada del Valencia, que necesitó tres entrenadores y la llegada una vez más del ‘bombero’ Voro para poner cordura y sacar los puntos necesarios para no seguir en barrena por el coladero. Tampoco cumplió las expectativas el Málaga, a quien Juande Ramos dejó tirado en diciembre y Romero no supo estabilizar. Menos mal que llegó Míchel al rescate y con psicología y un poquito de sentido común logró reconducir la situación y terminar en la zona media. Buena primera vuelta de Las Palmas, que se hundió desde que se supo en febrero que Quique Setién no iba a continuar en el banquillo. Destacó el buen juego de Roque Mesa y decepcionaron los fichajes de enero, Jesé y, sobre todo, Halilovic, que cada día se está convirtiendo en un peor jugador. Por su parte, el Celta se jugó todas las cartas a Europa, pero tuvo la mala suerte de enfrentarse al Manchestar United de Mourinho en semifinales y caer eliminado, aunque pudo pasar la eliminatoria. Su rendimiento descendió en LaLiga porque la plantilla estaba exhausta y no daba para más. Pero buen trabajo de Berizzo, que también se va, y confirmación de Iago Aspas, ya internacional absoluto. Finalmente, mención a otras dos decepciones: Betis y Deportivo. Ambos cambiaron de entrenador y ambos sufrieron. Escasa regularidad y más plantillas que juego y resultados obtenidos. Sin duda, junto a los descendidos y el Valencia han sido la cruz de esta Liga que baja el telón y que volverá en agosto. Pero eso será otro episodio.