La situación es crítica. Casi insalvable. El empate cosechado en casa ante el Numancia no ayuda al optimismo, todo lo contrario. Faltando dos partidos por disputarse, es decir, seis puntos, el conjunto bermellón se encuentra a tres de la salvación. Una situación que se esperaba, pero que con los últimos buenos resultados parecía poder salvarse.

De los últimos seis partidos, el Mallorca sólo ha perdido uno. Ese partido fue contra el Valladolid. Un partido marcado por la polémica. Aún así, el discurso de Barjuan es sencillo y lógico: «Si lo hemos hecho una vez, ¿por qué no hacerlo de nuevo?». Con esta afirmación, que el técnico catalán dijo en la rueda de prensa posterior al partido ante el Numancia, da a entender que mantiene mínimamente la esperanza. Dicha esperanza cogerá fuerza si pasa lo que Barjuan espera: ganar los dos partidos.

El club balear logró por primera y única vez en la temporada encadenar dos victoria consecutivas con el técnico catalán -lo hizo ante el Sevilla Atlétivo y el Elche-. Por ello repetir la gesta de encadenar dos victorias seguidas supondría mantener vivas la pocas esperanzas que la afición mallorquina tiene.

El Mallorca ha perdido uno de los últimos seis partidos. Ahora tiene que ganar los dos restantes para mantener vivas las esperanzas de salvación

El desplazamiento a Miranda, clave. El Mallorca, si pierde el partido en Anduva, puede ser equipo de Segunda B. Sin embargo, tras la gran acogida que tuvo el viaje organizado por el club para ir a animar al equipo, se espera que eso no llegue a pasar -Dios no lo quiera-. En ese partido el Mallorca tiene que salir a muerte, a ganar a un equipo que sí que ya está descendido. Ganar y estar pendiente de los rivales, sobre todo del Tenerife-Nástic de Tarragona, del Getafe-Almería y del UCAM-Alcorcón.

El no depender de sí mismo, provoca estar muy pendiente de los rivales. La situación del club bermellón podría decidirse en un único partido, el último de la temporada. El Getafe visitará Son Moix en la jornada 42. Un Getafe que luchará por ascender a Primera y que, obviamente, vendrá a ganar.

Viaje a Miranda y el Getafe en casa. El primero querrá despedir la categoría con una última vitoria en su casa; el otro, subir a Primera

La gesta del Mallorca es, por no decir imposible, muy complicada. Pero por historia y por afición, los jugadores bermellones se tienen que dejar el alma en el terreno de juego y ganar los dos partidos. Es verdad que sólo ganando no sirve, pero mantendremos la esperazna de que los rivales no ganen y podamos seguir un año más en Segunda. Eso sí, se esté donde se esté la temporada que viene, el cambio tiene que ser radical. El Mallorca tiene que ser un equipo con sangre, una sangre que ahora no existie.