Un insuficiente punto

Una vez más (ya perdí la cuenta) el Mallorca deberá pagar por un error defensivo puntual. Similar a lo que pasó en Getafe o en Oviedo, el equipo sale perjudicado anímicamente al ver que no es capaz de transformar sus ratos de buen juego, superioridad y ocasiones en victorias. Con un esquema táctico nuevo, Olaizola acumuló más hombres atrás, lo que anuló por completo a Jona, máximo goleador y amenaza murciana. Hasta que se las vio cara a cara con Cabrero.

El Mallorca comenzó el partido con mucho ímpetu, como es costumbre desde la llegada de Olaizola.  La presión alta incomodó a los locales, aunque estos fueron capaces de sobrevivir al arreón inicial. Habían transcurrido once minutos cuando Juan Domínguez remató por primera vez a la portería de Biel Ribas. Una cosa llevó a la otra y, tras servir Culio un córner, Raíllo conseguiría su primer gol con la testa, pese a ser un asiduo rematador de los balones aéreos mallorquinistas. Desde entonces y hasta el último cuarto de hora, el Mallorca convirtió su superioridad con balón en repetidas ocasiones. Dicho último tramo, con el UCAM más lúcido con balón al haber rebajado la presión los visitantes, se acercó tímidamente al arco de Jesús Cabrero, comandados por la zurda del joven Iban Salvador.

En la segunda mitad el partido cambió por completo. Como ya va siendo costumbre, el Mallorca bajó notablemente su nivel de juego y el UCAM aprovechó para probar a Cabrero con repetidas llegadas. Francisco Javier Rodríguez buscó la reacción de su equipo mediante rápidos cambios, los que acabó en el minuto 66. Entre ellos, la entrada de Natalio, quién formó dupla con Jona, conformando un ataque idóneo para cargar el área de centros e internadas. El Mallorca, completamente replegado y defendiendo por pura acumulación de hombres atrás, vio como, una vez más, su superioridad en el marcador peligraba. A diez minutos del pitido final, Biel Company cometió un riguroso penalti sobre Natalio; Jona, máximo goleador murciano, convirtió la pena máxima.

Joan Oriol volvió a vestirse de corto, sustituyendo a Juan Domínguez.

La situación de los baleares no mejora en absoluto, pues siguen en posiciones de descenso. Mientras, los universitarios se alejan cada vez más de dicha zona, aupándose a la decimoquinta posición.

Olaizola se adaptó a Jona y compañía.

El hasta ahora incontestable 4-2-3-1 del donostiarra cambió a un 5-3-2 para adaptarse a la acumulación de hombres por el centro del ataque murciano: Jona, Collantes, Ibán Salvador y Basha siempre rondaron zona de tres cuartos de campo. Ansotegui se emparejó con Jona, quién no tuvo incidencia en el partido más allá del gol, mientras que Raíllo y Yuste se vieron en la -complicada- papeleta de detener a Collantes e Iban. Por el flanco izquierdo, Angeliño dispuso de suficientes metros para recorrer y lanzar ataques. El gallego estuvo especialmente acertado, propiciado por el abundante espacio que le dejaba Culio con sus movimientos hacia el interior, buscando juntarse con los delanteros. El jugador cedido por el Manchester City jugó, a parte de con su característica electricidad, con mucho criterio, siendo capaz de combinar sus arrancadas con pausa y serenidad.

Juan Domínguez, por otra parte, sigue contando con la confianza de Olaziola para asomarse al balcón del área con asiduidad. En la primera parte, el gallego remató dos veces a portería con cierto peligro. Sasa, una vez más, realizó un notable partido en lo que a sus funciones y requerimientos se refiere, aunque, al contar con tres centrales a sus espaldas, no tuvo tanto protagonismo en la salida de balón.

Iban Salvador da mucho juego

Con tan solo 21 años y recién dado el salto al futbol profesional, el ecuatoguineano Iban Salvador juega y hace jugar a sus compañeros. Su baja estatura (1’73) le hacen imperceptible para defensas un tanto estáticas y su zurda le convierte en una real amenaza que se mueve por el tercio final del campo con libertad. Junto a Jona y Collantes, el que fuese canterano del Valencia CF, se movió con soltura e intercambio posiciones constantemente con sus compañeros de ataque. Tanto le veías por banda izquierda encarando a Company como filtrando pases a las espaldas de Yuste y Raíllo.

En la segunda parte, tras la incorporación de Natalio al terreno de juego por detrimento de Iban Salvador, el UCAM pasó de combinar con fluidez a centrar balones al área con mucha frecuencia. Collantes también se había marchado y quedaban pocos vestigios de calidad en el conjunto murciano. No menos efectivo, el ex-delantero de la Llagostera provocó el penalti que daría el punto a los suyos.