Parar una caída libre

Cuando el protagonismo en materia futbolística es ocupado lejos de los terrenos de juego, normalmente no lleva consigo nada productivo. Los titulares durante la semana han acaparado la infame pelea entre padres de dos equipos de niños y, por si no había suficiente con la estampa desgarradora de Alaró por todo el mundo, este jueves acabó con una discusión de unos pocos contados tras la reunión entre peñas mallorquinistas, cuerpo técnico, Maheta Molango  y capitanes y agrandado, es ya habitual en el mundo virtual, por unos cuantos más. Todo esto a sabiendas de un partido trascendental para los de Olaizola, y que esto último no hace más que arrojar un contratiempo más en unas veintidós cabezas que transitan en el colapso absoluto. Igualmente, y ya llegando tarde, es el momento de coexistir sin la menor excusa alguna para afrontar ante el líder -un Levante con 68 puntos, el Girona segundo tiene diez menos- unos tres puntos capitales.

Demostrar ya un encarrilamiento de una situación inoperante es primordial porque de no ser así seguiría una caída libre de escalofríos. Ningún número, dato o estadística está de parte del Mallorca. Once puntos de 39 posibles es el bagaje de un míster donostiarra que ve como el reloj de arena de la reacción queda vació por encima y lleno de gravilla por debajo. Se va quedando sin argumentos después de los encuentros, aunque durante la semana el mantra repetitivo de unos excelentes entrenamientos y una actitud excelsa por parte de los suyos quede para el trastero de los mensajes vacíos. No hay más que ver, tras la enésima prueba del fin de semana para voltearlo todo, el comunicado de unos de los capitanes, Héctor Yuste,  con el vertido de unas sensaciones en los transcursos de los partidos que, a su parecer, «no nos sonríe la suerte». Lo que está claro es que, con o sin suerte, si el Mallorca no consigue puntuar en Son Moix ante el Levante y además no da sensaciones de una total emergencia en cuanto a la intensidad que impregnen, no habrá una despedida como ya hace cinco años goleando a un Valladolid pero hundiendo a Segunda una institución. Mismo rival en esta temporada que en la primera vuelta goleó a domicilio (0-3) y la grada gritó el ultimátum para un Fernando Vázquez desahuciado. Esta vez, la grada explotará con los de arriba y será muy difícil ver a Javier Olaizola una jornada más en el banquillo bermellón.

⚽️ Javier Olaizola explica els incidents de dimecres amb els aficonats a l'Estadi de Son Moix.Sense talls.Aquest és el seu punt de vista ??. pic.twitter.com/aQDwyncT2E

— Esports IB3 (@EsportsIB3) March 24, 2017

El partido será la prueba definitiva de una reacción en un verde que sufrirá en el bando local la ausencia de la pareja titular del mediocampo. Juan Domínguez que ya se perdió el partido ante el Huesca por lesión, sigue recuperándose de sus molestias y Sasa Zdjelar, con un progreso positivo, no podrá jugar ya que está concentrado con la selección Sub 21 Serbia. Entonces, no se descarta ver a Héctor Yuste una vez más desempeñando sus labores en el medio y su pareja podría pasar a ser Álex Vallejo o puede que con más posibilidades el recuperado Juan Rodríguez. Además, siguen siendo bajas por lesión Campabadal  y Óscar Díaz, este último sin ninguna confianza por parte del cuerpo técnico. Esta vez pero y con la trascendencia del duelo, Olaizola ha querido ofrecer una lista de 21 futbolistas descartando a tres antes del partido, cosa que se incorporan a un alista hombres como Pleguezuelo, Company o el recuperado guardameta Santamaría. En cuanto a las otras demarcaciones, no sería ninguna sorpresa volver a ver la misma línea de atrás pero en cuanto al ataque, Brandon podría volver al once junto a Lago, Lekic y el insustituible por la confianza que deposita el vasco en él, Culio.

A tiro de ascenso

Si el yin es el Real Mallorca, los hombres de López Muñiz son el yan. Un entrenador en el que esta semana ha querido lanzar un afirmación, reflejo de las causas por su posición en la cima de la clasificación. «La suerte hay que trabajarla», espetaba esta semana el míster del Levante. Una antítesis con el mensaje del capitán Héctor Yuste en la isla. Sin desinflarse en ningún tramo de la competición, el Levante para muchos expertos de Segunda es el equipo ya catalogado de «casi excepción», ya que no se le ha infiltrado en el cuerpo ningún ápice de depresión post descenso, que son el caso de la gran parte de conjuntos que descienden. Ejemplo de un Rayo Vallecando que este año y ahora en una situación muy complicada o Almería y el mismo Mallorca temporadas atrás.

El Levante -es el equipo que menos goles encaja- podría verse ya en Primera a principios de mayo si sigue con una firmeza impecable. En Valencia ya se habla de posible proyecto de Primera, futuros fichajes, sponsor, pero Muñiz intenta estirar de las riendas y parar la euforia a base del discurso «partido a partido» cholista. Un equipo hecho para ganar aunque no pasa por un momento de buen juego. Sin embargo, y por contrario que el Mallorca, pudiendo jugar mal siguen ganando cada duelo siendo ya el único que queda donde en su feudo no ha doblado la rodilla en ninguna de las jornadas disputadas. Asimismo, en un momento psicológico inigualable para los granotas, pondrán rumbo a Son Moix con la baza de jugar con la tensión y la presión que reside en la isla, con un equipo que a la que menos te lo esperas aprovechan una oportunidad y les puede bastar con la futura recolección de los tres puntos.

Por otro lado, el técnico asturiano tiene a disposición a todos los integrantes de la plantilla. Verza se ha recuperado ya de una contusión en la tibia de la pierna izquierda pero no entra finalmente en la convocatoria, como tampoco Abraham, Saveljich y Rubén García. En cuanto al dibujo de los granotas en el verde será el habitual de jornadas atrás, con el lateral para el capitán e indiscutible Pedro López, Campaña de interior atesorando una calidad en creatividad muy alta juntamente con Natxo Insa auqnue puede haber posibilidades de ver a Casadesús de titular, Roger en su temporada dulce con 19 tantos y con Morales y Jason en los costados, una arma que utiliza mucho el Levante por la habilidad y el desparpajo de estos. Ya lo apuntaba Javier Olaizola en rueda de prensa: «Desde las bandas utilizan muy bien los espacios por dentro y en un principio tenemos que tener claro que nos tenemos que reforzar allí».

No hay momento que este para un equipo con todo en contra y muy poco a favor, puede que se salve el no girar la cara en el transcurso de los minutos y tener la oportunidad para voltear el marcador, aunque de nada sirve si en diez minutos el trabajo de una semana se va al traste. Un partido con dos equipos en dos mundos y dos realidades distintas. El tiempo pasa y dos conjuntos que combatieron tiempo en la máxima categoría, unos lo está a punto de conseguir otra vez, y el otro intenta salir del ahogo de la profundidades. Este último tenía como objetivo el ascenso este año y con esta plantilla.