Todo lo que sucede en estos momentos en las filas del club del Ramón de Carranza es positivo. El optimismo, la ilusión y las ganas que se desbordan en el conjunto amarillo están al alcance de muy pocos. La palabra «ascenso» poco a poco va dejando de ser una utopía y se está convirtiendo en una auténtica realidad.

Lo que se suponía como un milagro o un hecho impensable al principio de temporada, jornada tras jornada está dejando de serlo, ya que el equipo de Álvaro Cervera está creciendo a pasos agigantados. Cerca de cumplir el objetivo principal, la permanencia, nadie duda en el Cádiz C.F. que si tienen la opción de volver a la élite van a ir con la máxima dedicación a conseguirlo. Por el momento, los números colocan al equipo amarillo en puestos de play-offs, en tercera posición, y siendo el equipo revelación de la Liga 123. No hay que dejar pasar que es un equipo recién ascendido y regresar a la categoría de plata de esta manera es hacerlo por la puerta grande.

Si hay que señalar a algún culpable de la situación actual, sin duda, hay que citar dos nombres que están dando que hablar: Álvaro Cervera y Alfredo Ortuño. El primero por ser el entrenador que ha devuelto la ilusión y ha permitido que la afición cadista vuelva a sonreír y a disfrutar de su equipo tras varios años en el infierno de la Segunda B. El segundo es el baluarte del conjunto amarillo dentro del terreno de juego. Por detrás de Joselu (Lugo), es el máximo goleador de la categoría de plata y, tras su paso por Las Palmas, Real Zaragoza y Mallorca, se está reivindicando como uno de los mejores de la Segunda División. Su descomunal estado de forma le está permitiendo al equipo del

Ramón de Carranza asentarse a la perfección en esta exigente categoría, ya que rara es la vez que el murciano no está acertado de cara a gol.

La situación actual del conjunto gaditano tiene mayor mérito aún si se tiene en cuenta que hasta dieciséis han sido las caras nuevas en el mercado estival. Esto supone una plantilla completamente nueva a la que el técnico guineano ha conseguido inculcar los automatismos tácticos de su modelo de juego y, por el momento, lo están asimilando de manera excepcional.

Tiempos gloriosos en Cádiz que el domingo visita Mallorca para enfrentarse al conjunto de Olaizola, que intentará hacer buenos los empates en las complicadas salidas a Getafe y Reus para comenzar su escalada en la clasificación.