Si se pone usted a repasar los últimos doce meses de su vida es posible que llegue a la conclusión que ha sido un año agitado, convulso, agotador… Un año donde la vida ha fluido de una manera diferente a la habitual. Cambios de trabajo o de domicilio, cambios de pareja o separaciones, nuevas amistades, crecimiento de sus ventas o negocios, viajes inesperados o la sensación de que el destino le estuvo poniendo a prueba. Quizás se le haya hecho largo y difícil de pasar. Demasiadas piedras en el camino, obstáculos insalvables, desencuentros con amigos o vecinos, así como bromas pesadas o de muy mal gusto.
Respire usted tranquilo. Está usted de suerte. El año del ‘Mono de Fuego’ del Horóscopo Chino, el causante de todos sus dolores de cabeza, tiene sus días contados. El próximo 28 de enero el mono se retira para dar paso al año del ‘Gallo de Fuego’. Confiados, trabajadores, ingeniosos, valientes y talentosos son algunas de las cualidades exhibidas por el gallo. Después de un 2016 cargado de aventuras, llega el turno de la rectitud, de la justicia o de la prosperidad.
Rectitud, justicia o prosperidad que no vendrían nada mal al club del Camí dels Reis. Un equipo con el que el ‘monito’ se ha cebado especialmente. Un cambio exótico de propiedad, de dirección, de estructura, de posición en el mercado, de organigrama, de dirección deportiva, de plantilla, de entrenador, incluso hasta de jardinero, han servido para que absolutamente nada cambie. Después de todo lo acaecido entre enero de 2016 y enero de 2017, Centenario incluido, el RCD Mallorca se sitúa en el mismo lugar al que ya nos tiene tristemente acostumbrados: el pozo de la segunda división del fútbol español.
Pocas esperanzas le quedan ya a una parroquia mallorquinista escéptica y cansada de lamerse las heridas cada temporada. Aunque quizás todavía no esté todo perdido… Tras ser un juguete roto en manos del ‘Mono de Fuego’ el Mallorca se encomienda a un ‘Gallo’ que, como mínimo, promete trabajo, valentía y talento. Una receta nada despreciable en los tiempos que corren por Son Moix, que bien podría ser expedida por el propio Javier Olaizola.
¿Será el vasco nuestro particular ‘Gallo de Fuego’?